Aunque los desarrolladores de League of Legends han ofrecido a los jugadores un gran surtido de herramientas para aprenderlo todo sobre el funcionamiento del título, muchos de los conocimientos más asentados se han creado con base en las sensaciones de la comunidad. Una fuente de conocimiento que no es del todo fiable y que ha dado lugar a que memoricemos y repitamos como ciertas algunas conclusiones que parecen obvias y han terminado convirtiéndose en mitos prácticamente imposibles de derribar. Sin embargo, buena parte de esta sabiduría ancestral es muy negativa para nuestro rendimiento. Para demostrarlo, vamos a centrarnos en dos casos particularmente interesantes.
El campeón más engañoso de League of Legends
Uno de los campeones más incomprendidos de League of Legends es Tristana. Casi desde su mismo lanzamiento, ha sido señalada como uno de los mejores personajes del videojuego en los minutos tardíos de la partida. Un planteamiento que no aguanta ni medio asalto contra los datos y que, sin embargo, hasta los narradores de las grandes competiciones repiten de forma asidua. Por supuesto hay una buena motivación para esto y es que su pasiva invita a pensar en un gran rendimiento conforme sube de nivel, ya que su rango de ataque asciende con cada meta de experiencia. Sin embargo, no es suficiente para mantener su desempeño.
Tristana es un campeón formidable, pero no por su escalado al juego tardío. La campeona parte de una tasa de victorias del 57,2% cuando las partidas acaban antes del cuarto de hora y esta cifra desciende de forma lineal para tocar fondo cuando la duración se sitúa entre los 30 o 40 minutos. Es cierto que a partir de aquí hay un pequeño repunte, pero ni mucho menos es suficiente como para hablar de un ‘late game’ formidable. Su rendimiento a en estos casos extremos (50,8%) es peor que el de Jhin, que no suele estar bien considerado en cuanto a su escalado.
El problema es que, aunque objetivamente Tristana escala en una medida superior a la de otros campeones conforme avanza la partida, los sistemas de juego van en su contra. Su mayor rango de ataque no sirve de mucho cuando los enemigos pueden sobrevivir fácilmente a su E (Carga Explosiva) gracias a la aparición de Cronómetros o varias unidades del Reloj de Arena de Zhonya. Este es un efecto que – por otras circunstancias – también se ve en otros campeones supuestamente buenos en los minutos finales como Jinx, Kog’Maw o Ziggs. Es cierto que no son los peores de todo League of Legends después de la media hora, pero no rinden a buen nivel.
El peor personaje para los jugadores que empiezan en League of Legends
Otro de los mitos más extendidos sobre los campeones está relacionado con su dificultad. Todos pensamos que héroes como Yuumi o Darius son muy fáciles de jugar e incluso se los recomendamos a quienes están empezando a desenvolverse en el MOBA de Riot Games. Flaco favor les estamos haciendo si tenemos en cuenta que en ambos casos nos estamos equivocando. Sin embargo, el caso más sangrante probablemente sea el de un top laner que nunca será capaz de quitarse la mala fama que ha cosechado hasta ahora.
De nuevo, cuando enfrentamos la realidad hemos de asumir que el campeón no se ajusta exactamente a lo que siempre creímos. Lejos de ser un personaje para principiantes, solo los jugadores con más habilidad son capaces de hacer que tenga un buen rendimiento en partidas clasificatorias. Además, el ascenso es constante, funcionando mejor cuanto más experimentados sea quien quiera que lo esté manejando. De hecho, en las Tier List de League of Legends exclusivas de los rangos más altos está en las primeras posiciones, algo que probablemente jamás hubiéramos pensado si nos fiamos solo de las sensaciones.
En cuanto a Yuumi, que también la hemos mencionado. Su rendimiento es ascendente (en mucha menor medida) en todos los rangos del juego. Sin embargo, desde Riot Games han explicado en varias ocasiones que esta campeona tiene una de las curvas de maestría más empinadas de todo League of Legends. Esto quiere decir que su tasa de victorias aumenta muchísimo cuantas más partidas jugamos con ella, siendo una de las variables más importantes para medir la dificultad de un personaje. En este sentido, un mito cazado de propina para elevar a tres los campeones peor entendidos por la comunidad.