Antes de que empiecen los insultos y me queráis matar, dejadme explicar el por qué de este artículo. No, no es clickbait. Es muy cierto lo que pone en el titular; al menos en mi humilde opinión. Solo es un recordatorio de que la nostalgia a veces es muy puñetera. Y que no siempre más es mejor.
Lo digo sin ningún tipo de vergüenza: GTA San Andreas es el único de la saga de Rockstar que no me he llegado a pasar. Me aburrió soberanamente. Mira que las tramas de pandilleros me resultan interesantes y llamativas, pero no pude con las aventuras de C.J y compañía. Por varios motivos. Y precisamente, esos mismos motivos son los que me hacen tener cierto temor con GTA 6.
¿Por qué no me gustó GTA San Andreas?
Es una pregunta que me hacen a menudo amigos o compañeros cuando digo esta afirmación. Y lo entiendo, porque para la gran mayoría, está considerado como el mejor juego de la saga de Rockstar. Como una auténtica deidad de los videojuegos. Valoro todo lo que puso en liza, y creo que fue un punto de inflexión en la industria. Pero yo soy más de Vice City y su forma de ver la vida como una lenteja.
Así que, a grandes rasgos, lo que podría hacer es un tuit del estilo: "Unpopular Opinion: GTA San Andreas me parece aburridísimo". Eso podría simplemente parecer gratuito e incendiario, y no quiero eso. Prefiero exponer las razones con las que no tenéis que estar de acuerdo; y seguramente no lo estéis. Casi hay que pedir perdón cuando una obra tan magnánima del sector no gusta, por los motivos que sean. Y creo que tenemos que comenzar a quitarnos los reparos a decir sin problema que alguna "vaca sagrada" no nos gusta. No tiene por qué hacerlo; y no vamos a ser peores amantes de los videojuegos por eso.
Tenía unas ganas locas de jugar a GTA San Andreas. Por entonces, veía en foro como algunos afortunados ya poseían el juego antes de su fecha de lanzamiento, porque en su comercio de confianza ya lo vendían. Yo fui a probar suerte al mítico y ya extinto Centro Mail de Valladolid, donde era un habitual. Y no sirvió mi mirada de corderito degollado para que me lo pudiera llevar antes de tiempo. Aunque sí me pasé las dos tardes enteras jugando al que tenían allí puesto en el stand, por si en ese rato les daban luz verde para poder comprarlo. La tienda era minúscula, así que podía escuchar como el 99% de los que entraban, llegaban ahí con la misma intención que yo.
Ya con el juego en casa, los primeros días fueron de un disfrute tremendo. Devoré el juego durante todo el fin de semana. La mayor parte del tiempo, pasando de la historia y poniéndome a hacer el cafre por todo San Andreas. Quería aprovecharme de la infinidad de cosas que podía hacer, ya que GTA San Andreas era una especie de Los Sims, pero a lo bestia. Ya sabéis la infinidad de posibilidades que ofrecía el juego. Desde bailar con los coches y sus suspensiones, hasta ir a la pizzería y comer como bestias para poner a nuestro C.J gordo, y así construir nuestra propia historia de superación poniéndolo mamadísimo en el gym.
Una demostración de poderío brutal en esa época y que cualquiera debe reconocer y admirar. Yo así lo hago. Pero tantas posibilidades y tantas cosas que hacer, me acabaron abrumando. No, que un juego tenga miles de opciones como las que tenía GTA San Andreas no es algo necesariamente malo. De hecho, casi todas son secundarias. Mi problema es que venía de hacerme el 100% de GTA 3 y GTA Vice City y sentía que necesitaba hacer absolutamente todo lo que me encontraba. Eso hizo que me agobiara muchísimo y dejara el juego abandonado. Probablemente, la culpa sea mía.
Y diréis... pues céntrate en pasarte la historia, y a otra cosa. Lo intenté. Pero ya venía con el mood negativo por la experiencia que estaba teniendo en GTA San Andreas, con la que llevaba semanas. Y encima se agravaba más, porque el juego tenía un error garrafal de diseño, y era que si fracasábamos en una misión, nos tocaba volver al punto de inicio para reiniciarla. En muchas ocasiones, para demostrar músculo, las distancias eran larguísimas. Solamente sentía que el juego me hacía perder mucho tiempo. Afortunadamente, esto es algo que arreglaron en entregas posteriores, desde GTA IV, utilizando el teléfono móvil para comenzar inmediatamente y evitar ese proceso tan anticlimático.
¿Por qué tengo ese miedo con GTA 6?
Llevo tiempo pensando qué puede hacer Rockstar para superar la barbaridad de lo que ha conseguido con GTA 5. Un juego que ha superado los 170 millones de juegos vendidos, y que casi 10 años después de su lanzamiento, sigue estando cada semana en el top de prácticamente todos los países del mundo.
Probablemente, lo que pasa por mi cabeza no tiene ningún sentido, porque seguramente, el equipo de creativos de Rockstar ya ha solucionado este problema hace tiempo. Solo que, como no sabemos nada sobre el juego, es inevitable hacerse estas preguntas o reflexiones.
Mi miedo es que ya prácticamente no tienen nada que demostrar, en cuanto a nivel de posibilidades de juego. Los sandbox urbanos se han estancado en los últimos años porque las ideas son las de siempre, con pequeños matices. Lo he visto recientemente con el nuevo Saints Row. Sé que GTA 6 será otra cosa totalmente diferente, pero para aportar, solo se me ocurre que puedan añadir infinidad de posibilidad y cosas a hacer en la ciudad donde transcurra la obra.
Así que temo que haya centenares de edificios en los que podamos entrar para hacer cosas banales, como, yo que sé, echar una partida a los bolos, a ver una película en el cine o que, adaptándose a los nuevos tiempos, nos pongan a hacer crossfit para que subamos los vídeos a una suerte de Instagram. Creo que la filosofía de añadir por añadir ha pasado de moda hace tiempo ya; y me agobia solo de imaginarlo, aunque al mismo tiempo, suena como el videojuego perfecto. Es extraño.
Por otro lado, estoy tranquilo por diversos motivos. Por un lado, porque Rockstar ha visto sobradamente que, el del éxito de GTA 5 alargado en el tiempo ha sido por GTA Online y las diversas opciones que han nacido de ahí, como el roleplay. Y en cuanto a construcción de lo que sería la obra para un jugador, creo que Red Dead Redemption 2 es el mejor ejemplo en ese aspecto, porque es sensacional; tiene infinidad de opciones muy bien repartidas por sus amplios parajes y no llega a provocar agobio, sino más bien un disfrute de la libertad que ofrece. De momento, que vayamos a tener una co-protagonista femenina, me hace estar ilusionado.
Volviendo a GTA San Andreas, quizás le de algún día una segunda oportunidad. Su remasterización me hizo planteármelo, pero acabó siendo una chapuza y me quitó las ganas. En cualquier caso, a veces los videojuegos son momentos y quizás aquel no era el mío. Pero, tampoco hay que justificarte. No pasa nada porque no te guste algo que muchos otros consideran obras maestras. Es lo bonito de esto.