Abandoned es uno de los mayores misterios del sector durante los últimos años. Se presentó el juego en las sombras, muchos pensaron que era un nuevo Silent Hill y que estaba Hideo Kojima detrás. Prometieron una demo interactiva el pasado mes de agosto y aun estamos esperando. Prometieron nuevos vídeos y no solo no dan señales de vida, sino que han borrado casi cualquier rastro en redes sociales. Ante eso, cada vez son más voces las que aseguran que el juego de Blue Box y Hasan Kahraman es una estafa. Y no sería la primera vez.
Ahora, Lance McDonald, un experto de la industria con cierto prestigio, se hace eco en redes sociales afirmando, sin ningún tipo de tapujo, que detrás de Abandoned hay una estafa. Lo hace después de que, según dice, los creadores de este misterioso juego han filtrado una imagen para que se les vuelva a relacionar con Silent Hill, justo aprovechando que ha saltado la liebre sobre el futuro de la saga de terror, con varios juegos en desarrollo.
Según McDonald, el estudio ha filtrado a propósito imágenes falsas que el desarrollador ha creado para seguir presionando sobre su proyecto la imagen de renombres como Silent Hill o Kojima, pero dice estar seguro de que "el juego no está en desarrollo más allá de una pequeña demostración pagada como parte de una estafa de inversionistas".
El insider va más allá y dice que "Ni siquiera me importa cómo reaccione el desarrollador ante esta situación en particular porque ya he señalado innumerables veces que este juego claramente no está en desarrollo y que el desarrollador es un mentiroso incontrolable".
Desde aquí no podemos aseverar al 100% las palabras de McDonald, pero desde luego que hay indicios para pensar que lo de Abandoned huele bastante mal. No es la primera vez que el estudio cancela proyectos que ha presentado y desaparecen sin más, solo que en este caso lo han hecho provocando un mayor ruido mediático.
Quizás todo esto sea parte de una absurda maniobra de marketing, pero nada parece tener mucho sentido. No sabemos qué pasará con Abandoned, pero estamos deseosos que el culebrón acabe porque ya, después de tanto vaivén, aburre un poco.