G2 Esports, uno de los clubes de esports más grandes y poderosos en la actualidad, demandó el pasado 16 de marzo en el juzgado de Los Ángeles a la empresa de tecnología blockchain Bondly. Según ha informado el Washington Post, se les acusa de romper un acuerdo para el desarrollo y venta de tokens no fungibles, o NFT, basados en la propiedad intelectual de la marca samurái. En la presentación, G2 alegaba que Bondly engañó a los líderes del club sobre sus capacidades y no cumplió con los plazos de entrega, incluidos los pagos a la estructura, lo que resultó en daños por más de 5 millones de dólares.
Según han podido informar los allegados a la presentación, G2 y Bondly formaron una sociedad exclusiva de dos años desde el 2 de junio de 2021. Como participante de esa sociedad, Bondly tuvo la tarea de desarrollar y actuar como agente de ventas de NFTs exclusivos para los samuráis. La empresa también estaba comprometida con una serie de tarifas: Una anual de 2 millones de dólares, así como una garantía anticipada de 1,25 millones de dólares pagada en cuotas y que Bondly podría recuperar con los beneficios de las ventas de estos Tokens no Fungibles.
El acuerdo en los contratos establece que G2 otorgó a Bondly acceso a su propiedad intelectual y planeó promocionar a la empresa como "Socio oficial".
En comunicaciones posteriores, los samuráis alegaron que las dos partes no pudieron llegar a un acuerdo sobre quién estaba a cargo de las responsabilidades descritas en el contrato, y que Bondly buscó detener el acuerdo, una medida que el club rechazó. De acuerdo con los reclamos en la presentación, varias semanas después, Bondly intentó rescindir el acuerdo entre las dos compañías, citando la falta de voluntad de G2 para trabajar en una solución acordada mutuamente.
Carlos Rodriguez "Ocelote", actual CEO de G2, comentó el pasado 3 de junio de 2021 su opinión sobre los NFT cuando se anunció la asociación de la compañía con Bondly. “Estamos haciendo esto por las razones correctas y estaremos presentes durante las próximas décadas”. Ahora, viéndolo en retrospectiva, es posible que la opinión del director español haya cambiado un poco desde entonces y viendo todos los problemas que ha recibido estos días.