Todavía faltan por desvelar la mayor parte de los cambios que llegarán a League of Legends en el próximo parche, pero uno de los pocos ajustes adelantados por Riot Games ha revelado una medida un tanto polémica tomada por los desarrolladores. Se trata de un cambio al Desgarrador Divino que tratará de aumentar su porcentaje de uso y utilidad mediante notables mejoras en las pasivas otorgadas. Especialmente en lo referido a la curación, que pasará a calcularse en función a la vida máxima del rival.
El cambio más perezoso que recibirá League of Legends
Estos cambios han llegado acompañados por varios problemas. En primer lugar, muchos jugadores venían avisando de que Riot Games se había pasado de rosca con las reducciones de poder que había introducido en el ítem durante el pasado parche 12.3. Sin embargo y más importante, no acaba de parecer justo que los desarrolladores hayan convertido lo que hasta ahora se consideraba un fallo de programación en una función más del juego. El fallo está en la pasiva de curación, que ya se definió como una injusticia debido a sus fallos de funcionamiento, aportando una cantidad de curación superior al daño total infligido.
Inicialmente esta circunstancia se creía motivada por un fallo de programación de League of Legends. Un error que beneficiaba naturalmente a los usuarios de este ítem en sus enfrentamientos contra los personajes más resistentes del juego y les permitía convertirlos en una inagotable fuente de vida. Sin embargo, Riot Games ha tomado la decisión de convertir el bug en una interacción completamente legítima. De este modo, ahora los usuarios del Desgarrador Divino se curarán un 7,8% (3,6 para campeones a distancia) de la vida máxima del rival por cada golpe asestado con la pasiva Hoja Encantada (1,5s. enfriamiento).
Teniendo en cuenta que el ítem estaba mostrando un rendimiento muy inferior al esperado, parecía razonable esperar una mejora. Sin embargo, el cabreo viene por el tipo de cambio por el que se ha decidido Riot Games. Esta iteración llega también en un parche en el que se planea una reducción generalizada del poder de los objetos de curación, por lo que es incomprensible que se haga una excepción. Cabe destacar, por supuesto, que buena parte de la capacidad de recuperar vida llegará en el juego tardío, cuando los campeones más resistentes de League of Legends hayan acumulado ya muchos puntos de salud.
En un escenario de juego tardío, los campeones plenamente basados en resistencias pueden acumular cantidades en torno a los 4.500 puntos de salud. Atendiendo a la nueva versión del Desgarrador Divino que llegará a League of Legends en el parche 12.6, esto supondría una curación superior a los 350 de vida por cada golpe. Para encontrar una equivalencia, un tirado equipado con la Sanguinaria debería infligir 2.500 puntos de daño para poder curarse una cantidad equivalente. Además, hay que tener en cuenta que la curación es más efectiva en los campeones con más resistencias, lo que hará los cambios al objeto todavía más temibles.
Lo cierto es que parece una alternativa algo perezosa por parte de Riot Games que no acaba de encajar con el resto de sus planes. Todavía quedan dos semanas para probar los ajustes en el PBE antes de que lleguen a los servidores en vivo de League of Legends. Quizás la desarrolladora dé marcha atrás o piense en mejoras alternativas antes de decidirse a introducirlos en el juego. Sin embargo, no seríamos muy optimistas al respecto.
En más de diez años, el lore de League of Legends se ha modificado en abundancia, de modo que las historias que rodean a todos los personajes de Runaterra se han ampliado, tejiendo así una verdadera red narrativa. Sin embargo, hay un campeón que, en este sentido, ha sido pasado por alto.
