Durante el reciente evento Nintendo Direct se ha presentado la disponibilidad de una demo prólogo de Triangle Strategy en la eShop de Nintendo Switch. Pero, nosotros, desde hace algunos días estamos disfrutando del juego y os vamos a traer unas impresiones iniciales de los tres primeros capítulos de este RPG táctico (buah, y encima táctico) que llega a la consola de la Gran N para hacer las delicias de los fans de este género; especialmente de aquellos más nostálgicos.
El juego, por su aspecto y temática puede recordaros a Octopath Traveler, por lo que antes de nada queremos aclarar algo que probablemente ya sepáis, pero no está de más recordar. No se trata de una secuela, a pesar de que luzcan muy similares. Triangle Strategy tiene su propia trama y además es el puntal principal de la aventura. Si queréis, aceptamos lo de 'sucesor espiritual', pero lo que hemos jugado demuestra con creces que tiene la suficiencia como para que no lo comparemos con otros juegos, más allá de sus reminiscencias.
Obviamente, lo nuevo de Team Asano es todo un homenaje a los RPG tácticos clásicos como Final Fantasy Tactics, y combina lo añejo con lo moderno tanto en lo visual, con su excelente acabado HD-2D, como con el desarrollo en sí, donde tendremos que poner en liza nuestra capacidad estratégica y aprovechar al máximo las habilidades de cada uno de nuestros combatientes... y de los rivales.
Un "Juego de Tronos" con una historia que ya quisiera George R.R Martin
Los creadores del genial Bravely Default II demuestran que uno de sus principales terrenos de exquisitez es la narrativa. Y, de eso, encontraremos mucho en Triangle Strategy. No os voy a engañar, la primera hora y media de juego es prácticamente contemplativa, para presentarnos al mundo, sus personajes e inquietudes. Apenas tomaremos el control durante ese tiempo durante unos 10 minutos para una batalla al borde de un puerto que sirve de tutorial. Es verdad que su inicio es denso, pero si os llaman las tramas de corte político y lucha de poderes, os absorberá desde el primer tiento.
La aventura se desarrolla en un continente ficticio llamado Norselia, donde tres naciones están en disputa por el poder de la región. Se llaman Glaucoburgo, Fraguahelada y Dunálgida. El objetivo de cada una de estas "casas" no es conseguir el trono de hierro, sino el de tomar el control de dos recursos preciados como son la sal y el hierro; y así nace la denominada Guerra Ferrosalina que ejerce como núcleo conductor de un desarrollo que avanza con giros como traiciones, conflictos de intereses y todo tipo de argucias propias de los congresos que, al menos en el juego, se acaban resolviendo a espadazo limpio.
Detallar mucho más sobre la trama sería probablemente demasiado denso, así que solo queda por añadir que en la aventura tomamos el control de Serinoa, quien nada más comenzar conoce a Frederica, quien se convierte en su prometida por intereses políticos; y por otro lado ve cómo su padre renuncia al reinado y le toca liderar su hogar para llevarlo a la victoria. Por el camino, numerosos personajes con distintos intereses y una personalidad marcada. Vamos, que no necesitan expresividad para transmitir. Y además el juego está perfectamente localizado al castellano, con excelentes chascarrillos propios de cada una de las regiones, que aquí se han adaptado con un lenguaje informal marca de la casa.
Evidentemente, en estos juegos la historia toma un cariz distinto dependiendo de nuestras decisiones. Y para ello el juego utiliza un sistema muy especial, que se denomina el sistema de convicciones. En los consistentes y largos diálogos que tiene el juego, en ocasiones tendremos que escoger entre tres respuestas diferentes.
Hasta aquí todo va dentro de lo normal, pero cada una de las contestaciones representa a tres distintos ideales: moralidad, libertad y pragmatismo. En ningún momento sabremos qué opción estamos escogiendo, aunque podamos intuirlo. Así que, a medida que avancemos en la trama se irá moldeando la relevancia de cada una de nuestras respuestas para cambiar considerablemente el desarrollo de la trama. De momento, hemos visto alguna cosa interesante a colación de este sistema, pero tendremos que esperar para seguir avanzando para comprobar cómo de influyente es este curioso método, que nos hará, sin saberlo, anteponer en ocasiones las necesidades a nuestros ideales.
Un ejemplo de cómo se saca partido a este método, con una votación para determinar cuál es el siguiente destino al que ir. La decisión está en nuestra mano, pero en ese punto podemos persuadir a los aliados para convencerlos de que voten lo que queremos. Según cómo tratemos de convencerlos, la respuesta será una u otra. De esta forma y si se repiten este tipo de situaciones durante el desarrollo, más allá de escoger entre ir a un sitio u a otro, puede darnos momentos muy interesantes.
A las armas
La "chicha" del juego, más allá de la historia, son los interesantísimos combates tácticos que tendremos que lidiar para proseguir con éxito. Hay cuatro niveles de dificultad diferentes en el juego, así que podéis acercaros a la obra si os llama la atención pero no os consideráis muy hábiles con este tipo de juegos, en los que nos sentiremos como mariscales de campo en refriegas que son largas y en las que cualquier mínimo error puede condenarnos a perder esta gran partida de ajedrez.
Los combates en sí entran en demasiados alardes, pero un juego de este estilo tampoco lo necesita, ya que la propuesta es lo suficientemente divertida como para saciar y alegrar a los fans de este género. Tendremos un escuadrón, cada uno con sus distintas habilidades, y tendremos que ir moviéndolos por el tablero con el objetivo de aprovechar sus características para infligir daño al escuadrón enemigo y minimizar los posibles daños a nuestro equipo para poder vencer, que es de lo que se trata.
Hay diversos aspectos que se deben tener en cuenta, como que estar en una porción de terreno elevada puede darnos una ventaja para hacer ataques más consistentes y tener más posibilidades de asestar críticos. O que si situamos a nuestros personajes rodeando a un enemigo, podremos encadenar un "combo" que hará bastante daño. A veces, la situación puede ser confusa, especialmente al arremolinarse los personajes en cuadros colindantes (usando el modo portátil me he dejado la vista), pero podemos manejar la cámara a nuestro antojo; y es de hecho recomendable antes de dar cada paso para tantear bien todas las opciones.
Triangle Strategy también tiene otras opciones más allá de continuar la historia principal. Desde el menú principal podemos ir también a tareas secundarias que pueden ayudarnos a mejorar nuestro nivel y a aprender más sobre todo el "lore" de la aventura. También podemos detenernos un tiempo en el Campamento y preparar al equipo o escoger las habilidades que tienen los personajes, así como su equipo, para que estén perfectamente preparados cuando toque afilar las lanzas. Nos da la impresión de que apenas hemos rascado la superficie y nos quedan muchas horas por delante.
Las impresiones con Triangle Strategy han sido muy positivas y queda claro que os encandilará si amáis este género tan exquisito y particular. Queda por ver, a medida que avancemos, cómo se equilibra su poder narrativo con la participación en batallas. Si no os gusta demasiado leer para enteraros de la historia, aquí hay mucho de novela interactiva y puede desencantaros si no buscáis algo tan pasivo. Pero esto es un juicio del comienzo de la aventura, y seguro que hay mucho más que batallar en esta propuesta especial y exclusiva para Nintendo Switch. Y llegará el próximo 4 de marzo.