League of Legends siempre ha sufrido errores de programación. En un título con tantos campeones, habilidades, objetos y otros elementos es imposible que no haya fallos de vez en cuando que modifiquen la experiencia de juego. La paz se mantiene porque habitualmente no son demasiado graves o reciben correcciones rápidas por parte de los desarrolles. Sin embargo, hubo vez que Riot Games no supo qué hacer y se encontró con un gravísimo fallo que puso en jaque el juego y obligó a cerrar las rankeds durante horas.
El fallo más grave de la historia de League of Legends
El bug en cuestión se introdujo en el juego en el parche 5.13 y permitía a los campeones lanzar el hechizo de vuelta a base de forma instantánea. Un ‘Recall’ extremadamente rápido que ofrecía una gran ventaja a los jugadores que sabían utilizarlo. Era posible desplazarse por el mapa a gran velocidad, comprar objetos sin perder súbditos o escapar de situaciones peliagudas. Su impacto en el juego era tan notable y su uso se extendió tan extendido que las partidas clasificatorias estuvieron todo un día desactivadas.
Inicialmente, Riot Games supuso que se trataba de un problema individual que afectaba únicamente a Riven y decidieron deshabilitar a la campeona. Sin embargo, los jugadores de League of Legends pronto descubrieron cómo funcionaba con el resto de los personajes. La clave era utilizar una combinación de autoataques y habilidades contra una unidad enemiga de forma que el juego se confundía tanto que nos mandaba a base de forma automática incluso si estábamos en medio de una pelea.
Para hacerse a la idea de la gravedad, solo hay que tener en cuenta que sobre la mesa estuvo la opción de cerrar temporalmente los servidores de juego con todas las pérdidas que hubiera supuesto. Sin embargo, Riot Games decidió no hacerlo y acabar solo con las clasificatorias. Eso sí, enviando un aviso a los jugadores que quisieran iniciar sesión de que lo hacían bajo su propio riesgo y que los desarrolladores no podían asegurar la calidad de las partidas debido a facilidad para llevar a cabo el bug sin que los rivales tuvieran pruebas directas de ello.
La comunidad de League of Legends sufrió una reacción en cadena. Incluso aquellos más reticentes a utilizar el error terminaron aprovechándose de él al ser la única forma de lidiar con los rivales que lo llevaban a cabo. Riot Games ha llegado a banear a miles de jugadores por aprovecharse de errores de código para obtener ventajas. Sin embargo, nada pudo hacer en esta ocasión. Había tantas personas utilizándolo que simplemente no se podía sancionar a todas.
El juego no había sufrido nunca un error tan grave y jamás volvió a suceder nada parecido. Aunque existieron fallos muy importantes que permitían hacer daño infinito o ser invulnerables a los ataques rivales, estos se catalogaron como trampas y apenas fueron utilizados por los jugadores de modo que su efecto fue muy poco notable. Casi siete años más tarde, el incidente no ha sido clarificado y sigue figurando como una de las mayores crisis por la que ha pasado Riot Games.