Riot Games tiene un problema con los bugs. Poppy ha sido la última afectada por una situación por la que ya han pasado Kayn y Ornn, pero esta vez es incluso más grave. El código de League of Legends no es ninguna maravilla y, aunque la desarrolladora ha tratado de irlo mejorando con el tiempo, lo cierto es que no acaban de dar con la tecla para cortar los problemas de raíz.
En este caso, el bug convierte a la campeona en un personaje de conseguir más de 500 bajas por partida pentakill tras pentakill. Sin salir de base y tras una sencilla combinación inicial de Flash y Hextello, la Q - Impacto de Martillo se convierte en una habilidad global tan temible como la definitiva de Karthus.
El problema al respecto de esta situación es que algunos de los pocos jugadores que han sufrido este bug han sido baneados por Riot. El motivo no podía ser otro que intentional feeding, es decir: dejarse matar por los rivales. Parece que el error también vuelve loco al bot de detección automática de este tipo de comportamientos.
En cualquier caso, el bug ya no se puede replicar. Sin embargo y teniendo en cuenta los antecedentes, es muy probable que otro campeón pueda hacer lo mismo. Riot necesita buscar una solución al problema de fondo que permite este tipo de interacciones y no atajar cada campeón o runa de uno en uno.