En un juego tan competitivo como League of Legends, lo último que esperamos es que la inconsistencia sea capaz de jugarnos una mala pasada. Riot Games lo sabe y ha trabajado en mejorar estos aspectos del juego a lo largo de los años. Sin embargo, la desarrolladora todavía no ha podido completar un trabajo perfecto y la comunidad ha descubierto un nuevo fallo a este respecto que puede explicar unas cuantas jugadas injustas: el Hechizo de Invocador Aplastar puede tardar mucho más de lo esperado en aplicarse.
Un problema imposible de remediar para Riot Games
La investigación la llevó a cabo un miembro de la comunidad que quería poner a prueba a Riot Games y encontró que este hechizo no siempre tarda lo mismo en activarse desde el momento que se usa. De hecho, la horquilla puede estar entre los 63 y los 171 milisegundos. Una diferencia perceptible si tenemos en cuenta que supone un aumento muy considerable en nuestro lag.
En este contexto, un empleado de Riot Games ha asegurado que en realidad este fallo no afecta a las partidas de la forma en la que esperamos debido a que el servidor recopila la información y la envía siempre con el mismo retardo. Por poner un ejemplo, si dos jugadores utilizan el aplastar uno un fotograma más tarde que el otro, seguirá siendo el primero al que el servidor de League of Legends le asigne la consecución del objetivo.
Sin embargo, esta mecánica no soluciona todos los problemas. Debido a la variabilidad en el tiempo que pasa entre que realizamos una acción y esta se refleja en el servidor, es mucho más difícil de lo que debería llevar a cabo acciones de ejecución y podemos tener un disgusto cuando queremos asegurar el Baron Nashor o cualquier otro objetivo con un combo de habilidades. Esto se debe a que League of Legends no procesará las acciones al mismo ritmo, dando lugar a fallos y confusiones.
El constante proceso de actualización de League of Legends conlleva sacrificios y muchas habilidades han sido eliminadas del juego. Recopilamos aquellas que eran más extrañas, divertidas o recordamos con mayor cariño.
