Las constantes actualizaciones de League of Legends son las grandes responsables de mantener el juego en la cresta de la ola, pero los cambios no siempre son positivos. Aunque no es la práctica más habitual, Riot Games está acostumbrada a eliminar habilidades cuando actualiza a los personajes o realiza cambios. Un proceso paulatino que, visto con años de perspectiva, hace que recordemos de forma cariñosa incluso aquellos hechizos que más desagradables nos resultaban en su momento.
Forma parte de la evolución natural del juego y nunca conviene echar la vista atrás durante demasiado tiempo ya que sabemos que nunca volverán. Sin embargo, también puede ser buena idea echar la vista atrás para tratar de recordar otras épocas de League of Legends. En este caso hemos recopilado siete habilidades muy interesantes que desaparecieron del juego para siempre.
El extraño rework de Zac
Una de las habilidades que iniciaron la discusión sobre los hechizos eliminados es la vieja definitiva de Zac. Formó parte del extraño rework que sufrió el personaje durante el año 2017. En él se modificó tanto el uso de la Q (Manos Locas) como el de la R (¡Rebotemos!). Esta última fue la más particular, ya que se convirtió en una ultimate capaz de secuestrar a los campeones enemigos y desplazarlos a una zona seleccionada en un rango de efecto.
Después de que el campeón recibiera esta nueva habilidad, sufrió nerfs de forma bastante habitual debido al excesivo poder que tenía la definitiva. Sin embargo, la ultimate también tenía problemas de consistencia que podían dejar al campeón casi inútil en caso de fallo. Una situación que llevó a la desarrolladora a devolverle a Zac el viejo efecto de ¡Rebotemos!, más consistente y en muchos casos agradable para los jugadores.
Otros reworks revertidos…
Los reworks revertidos son una de las grandes fuentes de habilidades canceladas, pero no les dedicaremos más categorías. También son interesantes…
- La Q (Fiereza) de Rengar: Actualmente se mantiene muy similar a la original, pero durante un tiempo se convirtió en una extraña cuchillada en cono que no acabó de cuajar.
- La W (Andanada Bioarcana) de Kog’Maw: Durante unos cuantos parches, duplicaba la velocidad de ataque del campeón y sobrepasaba los límites, reduciendo su daño por golpe.
- La Q (Sello de Malicia) de LeBlanc: Esta habilidad se convirtió en su pasiva, generando una versión muy particular de la campeona que marcaba a los enemigos dándoles más tiempo de reacción.
El viejo Aatrox
La propia Riot Games considera el rework de Aatrox como uno de los peores cambios que ha sufrido League of Legends. No es que el nuevo esté mal, pero apenas conserva nada del original. Es difícil elegir con que habilidad nos quedaríamos, aunque quizá la que más sensación de poder nos daba era la vieja Q (Vuelo Oscuro). Esta era quizá la que más sensación de poder nos daba al ser la pieza principal de un combo que podía aniquilar a los enemigos.
Aatrox era una pesadilla de equilibrio que no solía tener término medio: o era demasiado poderoso o prácticamente inútil. Hoy en día no habría motivos para realizar un cambio de tales dimensiones y los desarrolladores saben proceder de formas mucho más sutiles. Sin embargo, la inexperiencia de Riot Games lo convirtió en el único campeón que ha sido ‘eliminado’ del juego. Mala noticia para todos los amantes de un personaje más que interesante.
Mordekaiser nos enseñó a contar hasta tres
Fue uno de los mayores monstruos que ha visto League of Legends, pero no vamos a mentir si mentimos que en las pocas partidas en las que no estaba baneado lo disfrutábamos todo lo que podíamos. El Mordekaiser nacido del rework de los colosos que cambió la filosofía de parches de Riot Games tenía muchas bondades, pero la más satisfactoria era la sucesión de golpes de su Q, que aumentaba el poder de los ataques básicos. Devastador en el segundo ataque, el tercero era capaz de arrancar más vida de la que acumulaban los personajes.
Fue uno de los primeros intentos de Riot Games de abrir la bot lane a campeones más diversos, y un sonoro fracaso. No solo estaba roto y tuvieron que ir recortando funciones lo más rápido posible, si no que los tiradores preferían sus campeones de siempre antes que estos experimentos de los desarrolladores. Además, llegó justo antes de un campeonato mundial condicionando todas las partidas que se disputaron en unos Worlds 2015 que han pasado a la historia como los de los colosos.
Soraka y la lluvia de estrellas
Soraka fue la gran protagonista de una de las épocas más oscuras (y breves) de League of Legends. En la versión previa a su actual rework, invocaba una lluvia de estrellas que golpeaba a todos los enemigos alrededor de su posición. En bot lane la habilidad no tenía demasiado sentido y podía jugarle malas pasadas a su tirador, pero acabó descubriéndose que en los carriles en solitario podía ser una opción muy interesante por culpa de este efecto.
Sus costes de maná eran bajísimos, podía silenciar a los rivales y los desgastaba sin parar mientras se curaba a sí misma. Duró menos de un año en el juego, llegando a aparecer en competitivo. Su nueva versión también ha tenido algún que otro momento de gloria, aunque ni por asomo es tan poderosa cuando se trata de estar solo en un carril. Jugarla era divertido para el usuario, pero una de las experiencias más frustrantes para los rivales.
Irelia tenía una de las definitivas más raras
El rework de Irelia ha sido uno de los más interesantes de League of Legends y Riot Games fue capaz de mantener su esencia original. Sin embargo, por el camino los desarrolladores tuvieron que eliminar dos de las habilidades más raras de este personaje. La R de la campeona lanzaba cuchillas de forma similar a como lo hace ahora Gwen con su definitiva, aunque algo menos espectacular.
El problema de esta habilidad es que se sentía ajena al resto del kit y en muchas ocasiones ni siquiera se aprovechaba del todo. Un combo muy habitual era lanzarles una cuchilla a los súbditos para eliminarlos con la Q (Embate de Espada) y obtener un reinicio que nos permitía alcanzar al enemigo. Tras esto, sí que se utilizaban el resto de las activaciones (eran cuatro en total) para infligir daño.
También era curioso el funcionamiento de su aturdir, que solo inmovilizaba si teníamos menos vida que el rival, dando lugar a mecánicas muy interesantes.
La época del Maokai inmortal
Quizás es una de las habilidades más infames de League of Legends, pero la hemos echado de menos tras el último cambio que ha sufrido el campeón. Maokai solía contar con un área de efecto que reducía todo el daño sufrido por él y sus aliados en un 20%. Una cantidad desmesurada que permitía a sus compañeros ganar las peleas y que lo convertía en un verdadero titán capaz de resistir lo que le echaran.
Su nueva definitiva no es mala en absoluto, pero ha ido apartando al campeón del carril superior al eliminar buena parte de su faceta de tanque de apoyo. Sin embargo, no fue necesariamente una mala noticia. Su presencia en el juego profesional era desmedida. En los Worlds de 2014, donde más se utilizó, apareció como pick o bann en el 92,3% de las partidas, ganando un 63% de aquellas en las que se permitió su selección.
Urgot, el tirador más improbable
Aunque el nuevo Urgot es un campeón moderadamente exitoso, el viejo era uno de los menos populares de League of Legends. No se acaba de ajustar a ninguno de los roles del juego y contaba con un kit de habilidades demasiado peculiar. Sin embargo, su gran problema estaba en la definitiva: seleccionaba a un objetivo para suprimirlo e intercambiar con él su posición.
Esta ultimate en un tanque podría ser muy positiva y nos gustaría volver a verla funcionando, pero un campeón relativamente endeble que se jugaba en el carril inferior era demasiado situacional. A esto había que sumar su escaso rango de ataque para tener un combo muy particular que no encajaba. De hecho, Riot Games descartó convertirlo en un tirador viable con su rework, decidiendo enviarlo a la línea de top.
Aunque conocemos bien a los súbditos de League of Legends y su increíble habilidad para atrapar repentinamente a un jugador contra una pared, era difícil imaginar que llegara a ser tan frustrante.
