La longevidad de League of Legends ha hecho que muchos de los conocimientos que tenemos sobre el juego los obtengamos en forma de instrucciones simples cuando comenzamos a jugar. Todos conocemos las normas básicas que nos enseñaron en nuestras primeras horas como aquella de no perseguir a Singed o no agruparse cuando tenemos un Malphite en frente. Un compendio de conocimientos básicos en el que probablemente también está el clásico “cuidado con Tristana en el late game”, en referencia a su buen desempeño en las fases tardías de la partida.
El mito de League of Legends desmentido por la estadística
En la mayor parte, estos conocimientos ancestrales sobre League of Legends nos ayudarán a rendir mejor mientras cogemos experiencia. Sin embargo, no todos se ajustan a la realidad. Tristana es el mejor ejemplo: pese a los reiterados avisos sobre su temible juego tardío, lo cierto es que la campeona se queda por debajo de la media del resto de tiradores cuando observamos su ratio de victorias.
Atendiendo a los datos que nos ofrecen las páginas de estadísticas, observamos un marcado descenso en la efectividad del personaje conforme avanza el tiempo de juego. Un escenario imprevisto y casi paradójico si recordamos que su pasiva consiste en una ganancia de rango constante conforme aumenta su nivel, siendo el tirador con mayor capacidad de alcance base cuando alcanza su pico. Un minuto para el que, de media, su tasa de victorias ha descendido en siete puntos porcentuales hasta quedarse en un discreto 50%.
Por si hubiera cualquier duda con los datos, un trabajador de Riot Games los ha ratificado en una discusión que la comunidad mantenía sobre este personaje. Así, concluyó que “las estadísticas sugieren que la mayor parte del poder de Tristana está en el juego temprano” y que “es muy buena forzando rendiciones al minuto 15 o 20, decayendo a partir de aquí en comparación con la media del resto de tiradores”.
Al menos en la actualidad, la sabiduría popular de League of Legends falla a la hora de diagnosticar los puntos fuertes del campeón. Una situación probablemente causada por la necesidad que tiene de saltar y enfrentar a los personajes más peligrosos de la línea enemiga, teniendo que tomar más riesgos de los esperados para poder actuar de la forma más eficiente.