Ya casi ha pasado un año desde que los objetos míticos se introdujeron en League of Legends. El gran objetivo de Riot Games desde noviembre de 2020 ha sido conseguir que el sistema funcione y los diez meses transcurridos no arrojan resultados positivos al respecto. Los ítems olvidados como el Mandato Imperial, la Fuerza de la Trinidad o la Garra del Merodeador abundan en el título y la tan ansiada diversidad de elección parece haberse quedado en un más que contrastado segundo plano.
El conteo estadístico de la comunidad demostró que la situación con respecto a los ítems era cada vez peor y, aunque algunas categorías de campeones se quedan cerca de cumplir, un tercio de los personajes no cumple con los requisitos. Una situación que en buena medida se explica por la falta de interés que generan determinados artículos que pasan a ser el eslabón perdido de su categoría, pero también por todo lo contrario: objetos demasiado poderosos que dominan el juego.
Los dos grandes fracasos de Riot con los objetos míticos
Pese a que se trata de un sistema complejo y el análisis de la situación necesita de una mayor profundidad, actualmente hay dos problemas incomprensibles que están poniendo en jaque todo lo relacionado con los nuevos ítems: el Desgarrador Divino y el Chupasangre. Objetos que, con permiso de un Zhonya que parece destinado a ser siempre el más popular, se sitúan en el segundo y tercer escalón de los más comprados en partidas clasificatorias.
Acompañando a estos objetos en la cuarta posición encontramos, además, el Calibrador de Sterak. Aunque no siempre se cumple, este ítem suele ser el que complementa el núcleo de las builds de los campeones que eligen los artículos mencionados hasta ahora. Se genera así un combo extraordinariamente unidimensional para los luchadores que deja una categoría de campeones totalmente al descubierto mientras que las alternativas apenas se eligen: el Cortasendas (2,1%) ya no es interesante y nunca lo fue la Fuerza de la Trinidad (1,3%).
Una cuestión de versatilidad
A diferencia del trío de objetos para los tiradores (Verdugo de Krakens, Arcoescudo o Viento Huracanado) y el conformado para los magos (Liandry, Luden y Escarcha Eterna) los objetos de luchadores han conseguido trascender a su categoría de campeones. De esta forma, es sencillo encontrar a asesinos o adcs que utilicen estos objetos como alternativa principal. Una situación que ha llegado hasta el punto de condicionar el metajuego en favor de los campeones que utilizan estos dos ítems que parecen ser “buenos para todo”.
De cara al próximo parche 11.16, no está previsto que se lleve a cabo ningún tipo de cambio en el sistema de objetos. Modificaciones que, de todas formas, tampoco parecerían destinadas a solucionar nada. Los artículos míticos tienen un problema de base que no se solucionarían con unos cuantos buffs y nerfs, por lo que parece que no tendremos novedades al respecto hasta que comience la próxima pretemporada y se lleve a cabo una profunda revisión a la gran novedad que prometía cambiar League of Legends para siempre.