En su "Poetica", Aristóteles acuñó el término "catarsis" para emplearlo sobre la capacidad purificadora de las tragedias. Las más bajas pasiones de los personajes en las obras, pondrían frente al espejo a los espectadores y mediante la implicación emocional con la trama, limpiarían su alma de esas pasiones. Y lo cierto es que la derrota de anoche de Vodafone Giants contra BCN Squad en la Superliga de League of Legends, puede ser considerada como catártica para todos.
Los gigantes comenzaron su duelo contra el farolillo rojo de la Superliga, y más que posible rival de Astralis SB en la fase de ascenso/descenso, conociendo que tanto Team Queso como S2V habían perdido sus duelos. Esas derrotas les daban la posibilidad de igualar a sus rivales, quienes marcan el sexto puesto en la clasificación, el último que da acceso a los ansiados Playoffs.
Y más allá de la derrota, lo peor para equipo, afición y jugadores fue el desarrollo de la misma. El partido fue fatal, sin ritmo y con un desenlace alargado sin necesidad, como el San Martín de un cerdo al que no le han dado una puñalada correcta. Los gigantes aún tienen un duelo directo contra S2V y dos jornadas adicionales, pero la sensación de ayer es que aún logrando entrar en playoffs, jugando así no serían un rival potente para ningún equipo del top 5.
Hybris, el pecado original
Pero volvamos a la catarsis. Si aplicamos esa definición de Aristóteles, tenemos que identificar a cada grupo de espectadores y el pecado o pasión que ha purificado este mapa de anoche. Y si entendemos que los jugadores son actores y no participan de esa catarsis, el grupo más obvio son los espectadores directos: el propio organigrama del club.
Vodafone Giants llegaba a esta temporada estrenando nueva casa en Málaga, un complejo de unos 1000 metros cuadrados distribuidos entre dos plantas, donde se han delimitado zonas de competición con gradas, boxes de entrenamiento, tienda, sala de trofeos... Y todo ello adornado con un rebranding del equipo con un gran eslogan que hablaba de las intenciones del club en esta nueva etapa: "The International Winners Club".
En esas tragedias catárticas, uno de los pecados más grandes que podían cometer los personajes era el denominado como hybris. Este concepto se podría traducir como un sobreorgullo o una arrogancia desmedida y en las obras se solía representar como el desafío más osado que un mortal podría hacer: creerse por encima de los dioses o pensar que no se les debe rendir ningún tributo u honor. Y bien podría ser la pasión o el pecado de este nuevo Giants.
La toxicidad y la avaricia se dan la mano
En el más que interesante vídeo superior, en el que el director de Esportmaníacos habló sobre la situación de Giants, se deja caer una nueva pasión. Sobre la oleada de toxicidad en Superliga, ya escribí hace unos meses, con la esperanza de que fuera un pico momentáneo y pudiera rebajarse; estaba equivocado. Y erré el tiro porque no supe ver, quizás por desconocimiento de ese mundo, lo que Antonio Guillermo comenta en el metraje superior: el factor apuestas.
Aunque no se trata de una tragedia, podemos ver otro pecado en la comedia de Plauto "Aulularia", más conocida como "La olla". Estamos hablando de la avaricia de Euclión, un viejo avaro que encuentra una olla repleta de oro y acaba por centrarse en ella más que en la felicidad de su hija. La avaricia te lleva a hacer cosas que vistas con perspectiva no tienen ni pies ni cabeza y, tristemente, las apuestas y su influjo en los jóvenes no son una comedia. Hasta el punto de motivar amenazas a los jugadores en sus redes sociales.
La catarsis como moraleja
Lo bueno de la catarsis es que, según esta definición clásica, se llega a ella mediante una obra teatral y no mediante nuestros actos. Es una especie de removimiento de conciencia en forma de moraleja extraída de una historia. Nos hace aprender y nos hace reconocer tanto los errores que habíamos cometido como ayudarnos a evitar los que podríamos estar cerca de cometer.
Vodafone Giants tiene tres jornadas por delante para redimirse y demostrar que ha pasado por la fase de catarsis si no quiere acabar como los protagonistas de una tragedia griega.