Este fin de semana se jugaron las semifinales de la Superliga de League of Legends. La temporada de primavera ya tiene a sus dos finalistas, y es innegable que se trata de dos equipos que no estaban en las quinielas de muchos para llegar a dicha fase tan importante... O quizás siquiera entrar en Playoffs. Cream Real Betis y UCAM Esports no eran los favoritos al título antes de arrancar la temporada, pero han conseguido crecer de una forma notable a lo largo de las semanas e imponerse de forma autoritaria sobre dos equipazos como G2 Arctic y Vodafone Giants.
Estos resultados, logrados en buena lid por parte de los equipos vencedores, desencadenaron una oleada de toxicidad por parte de una pequeña, pero ruidosa, parte de la comunidad. La fina línea entre trashtalk y situaciones directamente desagradables se superó con creces en estos últimos partidos. Ya no es que Amadeu "Attila" Carvalho se tuviera que enfrentar a los críticos que denostan sus alardes de confianza tras su derrota, algo para lo que el bueno de Amadeu tiene un buen callo. Lo que acaeció no fue otra cosa que una tormenta de mierda que impregnó de un olor insoportable a la escena nacional de League of Legends.
Insultos y hasta amenazas de muerte a jugadores y clubes por las derrotas, faltas de respeto intolerables a comentaristas y opinadores por sus ránkings de principio de temporada o sus predicciones, y un ambiente irrespirable en redes sociales y chats de Twitch. Todo por un puñado de partidas que no buscan más que aportar diversión, a pesar de quien se toma esto como algo de vida o muerte.
Las sorpresas existen (y no son malas)
Las sorpresas suceden en cualquier actividad competitiva, y su propio nombre indica que no son esperadas por casi nadie. Hay muchas formas de ver la realidad e interpretarla. Un determinista diría que una vez tienes toda la información, puedes ver el futuro e incluso esperarte estas cosas (al estilo de la genial serie 'Devs'), mientras que si nos atenemos al Principio de indeterminación de Heisenberg, nunca podremos llegar a saber todas las propiedades de una partícula... Y por extensión tampoco algo más complejo.
Pero no hace falta irse a la mecánica cuántica para describir lo que pasó este fin de semana. No hay mayor demostración de que League of Legends es un deporte, que un resultado inesperado. Los goles en el descuento, las remontadas, las victorias de los equipos en segunda en copa... Todo esto forma parte de la realidad deportiva y sin ello nos sumiríamos en una espiral de victorias de los grandes que apenas aportaría nada para el conjunto de los espectadores. Y aquí radica lo interesante.
El querer que tu equipo gane siempre (o que pierda el que odias) y enfadarte cuando no sucede, no es distinto a querer coger tu balón e irte del parque cuando vas perdiendo. Tener guardado un mensaje de un jugador para restregárselo en su cara cuando ha sufrido un resultado que incluso puede tener incidencia en su carrera, es parecido a reírte de alguien a quien odias porque se ha quedado en el paro resultado de un ERE. Es un egoísmo tan narcisista, como poco interesante para quien lo disfruta ya que no le aporta nada.
¿Qué te aporta el odio?
Cuando sucede algo que me enfada o que me remueve por dentro de forma visceral, me suele gustar racionalizarlo al extremo para darme cuenta de lo absurdo que es. Caso práctico: alguien este fin de semana decidió estar esperando al menos 3 horas delante de una pantalla esperando la derrota de cierto equipo o cierto jugador a League of Legends, para seguidamente buscar a alguien concreto de la escena en Twitter que no conoce personalmente y que no sabe de su existencia, y lanzar todo tipo de improperios, chascarrillos y amenazas. No puedo pensar en una peor forma de gastar unas horas libres en tu vida.
David "Lozark" Alonso, Head of Gaming en Good Game Group (Giants) comentó en redes sociales cosas tan escabrosas como que: "Hemos recibido alguna que otra amenaza de muerte y unos cuantos que nos pedían que nos pegásemos un tirito y que no nos olvidásemos de pegárselo a nuestros compañeros". Luis "Koldo" Pérez, jungla de G2 Arctic, subió una foto llorando a sus redes sociales, agradeciendo en el comentario a todos los que le han animado tras esta dura derrota contra Cream Real Betis; pues bien, había comentarios hirientes en un hilo que deberíamos celebrar como es el acto de desnudez emocional de Koldo con sus fans.
La revolución positiva
Hace unos días, Luis "Aesenar" Calderón se abrió en una extensa carta en la que hablaba sobre lo duro que es estar siempre observado en un entorno competitivo, y sobre el daño que hacen los comentarios negativos incluso cuando eran mínimos sobre el total. Por mucho que la positividad sea generalmente superior en cantidad y calidad a la toxicidad, no cabe duda que lo malo suele ganar la partida. Si tienes 1000 litros de mierda y le echas un litro de vino, tienes mierda; si tienes 1000 litros de vino y le echas un litro de mierda, también tienes mierda como resultado.
Pero la respuesta no debe ser señalar a esos tóxicos y reírse de ellos usando sus armas, aunque mucha gente con aparente buena intención lo haga a diario en redes sociales; eso es buscar el aplauso de los que piensan como tú. No hay otro camino que vaya a hacer más bien en la comunidad que una revolución positiva cuando se produzcan estas oleadas de negatividad. El litro de mierda tiene las de ganar, pero hagamos que la barrica tenga 10.000 litros de vino en vez de 1000.
Y por último, un mensaje a estas personas cuya TL está repleta de insultos. Echa un vistazo a tu alrededor, y repasa un vistazo a tu última tarde viendo Superliga. ¿Te compensa esa gratificación visceral de decirle a un comentarista que no tiene ni idea sobre un trabajo al que ha dedicado cientos de horas?, ¿eres feliz más allá de esos dos segundos después de darle a enviar? Tranquilo, siempre habrá sitio para ti en el lado de quienes simplemente queremos pasarlo bien.
El equipo verdiblanco ha pasado por encima de G2 Arctic en las semifinales y completa uno de los recorridos más inesperados de la historia del League of Legends español. Jugarán en la final contra G2 Arctic y estarán en la fase de grupos del European Masters.
