Las críticas más habituales que recibe Riot Games suelen estar relacionadas con el funcionamiento de League of Legends. Los errores de la desarrolladora durante las etapas iniciales del juego todavía se notan más de una década después de su estreno y no son pocos los fallos de código. Sin embargo, no todo lo que no acaba de funcionar de la forma esperada se trata de un bug y la compañía tiene unos cuantos trucos de programación sin los que sería casi imposible jugar algunos personajes.
El truco de programación que hace Rumble más fácil
Una de las muestras más evidentes de este tipo de situaciones es la de Rumble. Aunque el campeón tiene decenas de bugs, una de sus funciones parece ser completamente intencional. Se trata de la capacidad de la Q (Escupellamas) de aplicarse en ambas direcciones de forma simultánea. Es decir, si nos movemos de la forma adecuada podemos hacer que el fuego afecte tanto a los enemigos que tenemos delante de nosotros como los que están en la dirección opuesta aplicando el máximo daño a ambos.
El video da una buena muestra de lo que podemos conseguir con el campeón si llevamos a cabo los movimientos necesarios. El daño total de esta habilidad a nivel uno y utilizando las runas como único modificador es de 210 puntos, y con los movimientos correctos podemos llegar a infligir 194 de daño adicional a un enemigo que tengamos justo detrás de nosotros. Una herramienta que quizá no sea del todo práctica contra campeones al ser extraordinariamente situacional, pero a la que sí se le puede sacar partido a la hora de limpiar la oleada y conseguir la prioridad.
La decisión de diseño se habría tomado con base en los movimientos a veces erráticos de los campeones al tropezar con la oleada y la forma en la que están programados los cambios de dirección. De lo contrario, perder daño sería demasiado habitual y el campeón estaría relegado a una posición todavía más secundaria en League of Legends. Un ajuste que hace el juego más fácil en el mejor de los sentidos y que muchos jugadores desconocían.