Aunque League of Legends es un juego donde prima la estrategia, hay momentos en los que todo depende de una única jugada. La diferencia entre ganar o perder una partida puede estar en un mal movimiento de ratón o una habilidad que no se ejecuta del todo bien. Cualquier mínimo detalle podría llegar a tener incidencia en el resultado en un título en el que saber castigar los errores que cometen nuestros rivales es imprescindible.
En el juego competitivo esta situación se hace todavía más notable y basta el fallo de un solo jugador para que todo el equipo tenga que lamentar una derrota que podía haberse evitado. Es cierto que rara rara vez vemos que sea una imprecisión mecánica la que provoque este tipo de situaciones en el League of Legends profesional. A ese nivel, todo suele reducirse a un mal paso que deja al jugador en posición desventajosa y a otras sutilezas o genialidades de nivel inusitado.
Sin embargo, en ocasiones tenemos que lamentar algún que otro error de bulto que nos hace llevarnos las manos a la cabeza. Fue el caso de Wildturtle, que en un partido de la LCS tuvo el infortunio de hacer clic donde no debía y condenar a su equipo a una derrota asegurada. Error gravísimo de todo un baluarte del League of Legends competitivo que acabó saltando un muro accidentalmente para quedarse vendido delante de los cinco integrantes del equipo enemigo.
Tras el fallo todavía le quedaba alguna esperanza al tirador de CLG. Sin embargo, parece que le pudo la presión y acabó buscando una huida en contradirección en lugar de utilizar el Viento Huracanado y el desplazamiento para reposicionarse en zona segura. Tras acabar con él, se envalentonaron en Immortals, consiguiendo una baja adicional y el Barón Nashor. Una ventaja decisiva para que el equipo cerrase la partida y acabase con la buena racha de unos oponentes que llegaban en marcada línea ascendente.