Call of Duty: Warzone es uno de los títulos favoritos de los streamers para llevar a cabo sus retransmisiones. Es muy atractivo para la audiencia gracias a la capacidad para conseguir jugadas espectaculares y la acción constante que encontramos en Verdansk. Sin embargo, esta situación también nos ha permitido que algunas situaciones surrealistas de la vida de los creadores de contenido queden expuestas. Fenómenos extraños, pero en crecimiento dado el aumento en el número de retransmisores.
Un streamer de Warzone acabó atracado en directo
Una de las situaciones más surrealistas fue la que sufrió una pequeña creadora de contenido sudafricana que fue asaltada en su propia casa mientras retransmitía en directo su partida. Dos hombres armados interrumpieron abruptamente a la jugadora obligándola a retirarse de la silla para permanecer bajo vigilancia. Sin embargo, parece que ninguno de los dos tuvo en cuenta la posibilidad de que estuviera emitiendo y que el fragmento de video pudiera quedar guardado para siempre.
En uno de los momentos del clip, uno de los ladrones parece agacharse para recoger algo del escritorio de forma que queda completamente expuesto. Las retransmisiones de Call of Duty: Warzone suelen hacerse con la cámara web activa, de forma que su rostro se mostró a los espectadores. Algo aun peor para el interés del asaltante es que el fragmento quedó grabado y podría incluso utilizarse para identificarlo y capturarlo, con cargos acumulados por varios delitos.
Lo mejor de la historia es que pese a la situación, no ha habido que lamentar ningún daño personal. Más allá de los bienes que los ladrones pudieran haber sustraído, todas las personas que vivían en la casa están a salvo. Una situación terrorífica que pasará a la historia de los streamings de Call of Duty: Warzone, pero que más allá del disgusto inicial parece que quedará en una anécdota.
Tras un estreno en el que la MG 82 ha demostrado ser demasiado poderosa, Raven Software ya ha anunciado que no permitirá que siga así mucho tiempo. La desarrolladora, pendiente de no repetir los mismo errores que ya condenaron a Call of Duty: Warzone
