En League of Legends hay decenas y decenas de objetos. Cada uno de ellos está pensado para un rol y una forma de jugar, o al menos trata de brindar algo al juego. Pero a pesar de que cada rol suele usar un pack con los mismos y los va rotando de forma situacional, hay ocasiones en las que cierto campeón empasta de forma importante con un ítem o grupo de ítems confeccionando una build concreta que le catapulta al éxito.
Suelen ser personajes con unas habilidades muy especiales o un kit muy concreto, que puede beneficiarse de ciertas características. Uno de esos campeones es Ezreal, cuya Q es tanto un hechizo como un autoataque, lo que interacciona de formas diversas con ciertos objetos que otros tiradores no usan. Eso es lo que le convirtió en el campeón con más DPS de la historia de LEC, pero también lo que le ha dado una nueva build realmente potente.
Desgarrando a los dioses
Para ser justos con la verdad, no se trata de una build realmente "nueva". En el SoloQ coreano llevamos muchos meses viendo iteraciones de Ezreal con objetos que, a priori, no deberían ser propios de un ADC canónico. Filo Infinito, Sanguinaria, Arcoescudo Inmortal... Todo eso ya no se usaba con él, pero sí que se había visto en ese entorno una itemización conocida como Ezreal Tanque.
La razón de ser de esta build no es otra que darle el empuje ofensivo con el Desgarrador Divino y la Manamune, para después adquirir un objeto eminentemente defensivo como es el Corazón de Hielo. A partir de aquí, un poco de ataque con utilidad. Serylda para ralentizar con los ataques y quizás una Mecanoespada Punki para cortar las curaciones de los enemigos. Pero, eso sí, la clave es el Desgarrador Divino.
El objeto clave
Sin el Desgarrador Divino, nada de esto se sustenta. Estamos hablando de un ítem que casa a la perfección con Ezreal... Y no por sus estadísticas. Sí, el daño de ataque le va bien, nunca diremos que no a un poco de vida extra y tampoco a velocidad de habilidades, pero no está aquí el asunto clave. Para entender su importancia en esta build hay que hablar de sus pasivas.
Empecemos con Hoja encantada, la habilidad que permite mejorar el ataque inmediatamente posterior al lanzamiento de un hechizo. Esta pasiva lleva siglos con Ezreal, ya sea en el Brillo, la Trinidad o el difunto Guantelete de Hielo. Gracias a ella, su Q - Disparo Místico pega un subidón a nivel de daño y sustenta la build al completo del campeón. En este caso tenemos un daño adicional basado en la vida máxima del objetivo, ideal para acabar con tanques.
Pero tampoco hay que perder de vista su pasiva mítica, que aporta penetración mixta a un campeón con daño mixto. Esto hace que adquirir un Corazón de Hielo no sea inútil a nivel ofensivo (más allá del AD extra por el maná que te dará la Manamune).
Ya está en el horizonte el cambio al Desgarrador Divino, al confirmar Riot Games su presencia entre los nerfs del parche 11.13. Veremos hasta que punto afecta esto a Ezreal y si deja de ser viable esta build. De momento, lo que te recomendamos es seguir abusando de esto en SoloQ para conseguir victorias fáciles.