League of Legends se ha convertido en un juego de importancia superlativa para muchos miembros de la comunidad. Esta situación ha provocado que haya todo un despliegue en cuanto análisis para tratar de aumentar las probabilidades de victoria de un jugador en un momento determinado. Al final, los títulos de estrategia se apoyan enormemente en las matemáticas para tratar de maximizar la eficiencia de cada una de las decisiones tomadas en partida y tratar de partir siempre con ventaja.
La ciencia de los objetos de League of Legends
Uno de los análisis clásicos es la comparación de coste contra eficiencia de los objetos. Básicamente, un índice matemático que nos permite conocer si nuestra inversión es beneficiosa y que se lleva a cabo calculando el precio individual de cada una de las estadísticas del juego. Así, se compara el valor que tendría comprar esta estadística por separado para dar una idea aproximada de cómo de bueno es un objeto.
Actualmente, estos son los mejores ítems completados según un análisis matemático:
Como vemos, los objetos mostrados en la gráfica no son los peores, pero tampoco son los que a priori señalaríamos como los mejores del juego. Hay casos de coincidencia, como las Grevas de Berseker, la Escarcha Eterna o las Botas jonias. Sin embargo, también aparecen algunos ítems que no solemos ver en nuestras partidas como la Redención o la Bendición de Mikael.
¿Por qué no debemos fiarnos de las matemáticas?
El problema de realizar un análisis matemático estricto cuando hablamos de League of Legends es que no estamos teniendo en cuenta el valor de los aspectos imposibles de medir. Los mejores objetos del juego lo son, normalmente, por su capacidad de aplicar efectos secundarios gracias a activas o pasivas. Por ejemplo, debería sorprendernos la ausencia del Zhonya: el ítem más seleccionado de todo el juego. Incluso el Cronómetro, que literalmente no aporta estadísticas, puede llegar a ser la diferencia entre ganar y perder.
Otro caso llamativo es el del Rabadon, cuyas estadísticas base solo son eficientes en un 76%. Sin embargo, la rentabilidad aumenta un 21% teniendo en cuenta como le afecta a sí mismo su pasiva y un 21% por cada 100 puntos de poder de habilidad adicional. Así, incluso si se nos muestra como uno de los peores ítems del juego a priori, puede llegar a ser el mejor si se cumplen las circunstancias de partida apropiadas.
No es exactamente que no debamos de fiarnos las matemáticas, si no que debemos tener en cuenta que es imposible medir todos los aspectos de League of Legends.