Una de las grandes polémicas en cuanto a la jugabilidad de League of Legends a lo largo de la presente temporada ha sido la capacidad de regeneración de vida de muchos campeones y, en general, la sostenibilidad en línea. Desde Riot Games incluso reconocieron el problema y aseguraron que se trataba de un asunto mucho más complicado de lo que aparentaba ante la dificultad de encontrar un término medio que hiciera de las estadísticas regenerativas algo interesante y que a la vez no estuviera demasiado roto.
Sin embargo, la desarrolladora ha roto todos los moldes con un pequeño cambio introducido en el parche 11.11 que acaba de llegar a League of Legends. Hablamos, concretamente, del cambio realizado a un objeto que se había convertido en ítem olvidado a lo largo de la presente campaña: la Armadura de Warmog. Básicamente, a partir versión, la regeneración de vida ha pasado a aplicarse cuando logramos 1.100 de vida adicional en lugar de a partir de 3.000 puntos.
Con la combinación de este objeto, Escudo de Doran, unas cuantas cargas de las Garras del Inmortal y la runa Sobrecrecimiento podemos llegar a acumular esta cantidad de vida adicional a partir de minutos muy tempranos de la partida. Una situación que se traduce en un capacidad de regenerar vida que deja en nada a la archiconocida habilidad pasiva de Garen y que nos permite no abandonar nunca la línea hasta que el maná nos obligue a hacerlo.
El video que os mostramos es un buen ejemplo de lo que podemos llegar a conseguir. Es cierto que renunciamos al daño, pero nuestra capacidad para mantenernos en línea nos permite intercambiar sin ningún tipo de preocupación habilitando jugadas que serían imposibles en caso de que la vuelta a base fuera una amenaza real. Una nueva estrategia de las consideradas “antidiversión” que podría tirar por tierra el esfuerzo de Riot Games por moderar estas posibilidades.
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