Cuando hablamos de la comunidad de League of Legends, normalmente lo hacemos para centrarnos en sus aspectos negativos. Las discusiones sobre la toxicidad o sobre el estado de las rankeds son las que roban toda la atención de los jugadores y las que afectan al día a día del título. Sin embargo, el juego de Riot Games es capaz de ir mucho más allá de eso y cuenta con un sinfín de historias positivas habiendo llegado a convertirse en una plataforma social.
Es una faceta del juego en la que la propia desarrolladora ha llegado a profundizar mediante varios documentales. Tras diez años desde su lanzamiento, lo cierto es que el título ha llegado a trascender y convertirse en parte de la vida cotidiana de muchos jugadores. Ha forjado amistades y hasta relaciones amorosas, demostrando su incidencia en el día a día de las personas involucradas con League of Legends.
Casi siempre nos olvidamos, y para recordarlo nada es mejor que un golpe de efecto. Uno de ellos, el que hemos recibido de un jugador en su mensaje de despedida a un compañero de partidas clasificatorias. En él, se muestra tremendamente emotivo con un jugador con el que coincidió en una partida clasificatoria para luego compartir su aventura de ascensos y descensos a lo largo de sus últimos meses y del que tendrá que separarse al menos de forma temporal para enfrentar otras situaciones de su vida.
El mensaje es un hasta luego temporal que ha cogido desprevenido a toda la comunidad de League of Legends y que ha servido para recordar que detrás de cada pantalla hay una persona. Una pequeña lección que llega de manos de un joven estudiante y que sirve para darse cuenta de que los videojuegos pueden llegar a ser mucho más que eso.