La situación del Counter-Strike: Global Offensive en España es paradójica. Pese a que el juego se ha mantenido durante los últimos meses en el primer puesto del ranking de lo más jugado en Steam y ha alcanzado los mejores resultados de su historia a lo largo de los últimos doce meses, su situación en territorio nacional no es ni mucho menos tan favorable como en el resto del continente. Una situación que sitúa a la escena española como una de las más pequeñas de Europa en términos relativos.
Según un estudio basado en los datos de 7 millones de jugadores de MatchMaking en CS:GO, España está a la cola de los países europeos en cuanto a jugadores en términos relativos. De cada millón de habitantes en el país, solo 8.359 cuentan con rango dentro del juego. Una estadística de la que tampoco nos salva nuestra presencia en servidores ajenos a los oficiales de CS:GO, ya que en FaceIt también nos situaríamos en uno de los puestos más discretos de Europa. La proporción, de hecho, sería idéntica: solo Italia e Irlanda estarían por detrás de España. Un dato, eso sí, que en esta ocasión no se puede corroborar en algunas repúblicas balcánicas por falta de datos.
En el ranking global con los 53 países que computan en la clasificación, España se sitúa en el puesto 36. Supera así los registros de la mayor parte de los territorios Asiáticos y a casi toda Latinoamérica. Eso sí, queda a años luz de nuestro vecino Portugal, que se mueve en la escandalosa cifra de 51.560 jugadores por millón de habitantes multiplicando en más de seis veces los datos nacionales y superando a territorios históricos de Counter-Strike como Noruega o Polonia con su séptima posición.
Aproximadamente y teniendo en cuenta los datos de población de 2021, España tendría un total aproximado de 400.000 jugadores, dato nada negativo y que bien dan para sostener una escena competitiva saludable. Sin embargo, seguimos a años luz de otras superpotencias del shooter de Valve en cuanto a desempeño internacional incluso aunque haya un gran número de usuarios en CS:GO y es el momento de revisar otros aspectos culturales.