Una de las quejas más habituales de los jugadores de League of Legends sobre el juego se explica por el propio funcionamiento del título de Riot Games. Aunque todos quisiéramos poder ganar partidas cuando lo hacemos mejor que nuestros rivales, lo cierto es que dependemos de otros cuatro jugadores que deben de estar a la altura de las circunstancias y ponérnoslo al alcance para que finalmente podamos celebrar llevarnos unos cuantos puntos de liga a nuestra cuenta.
Aunque no lo parezca, a veces podemos bastarnos por nosotros mismos para levantar una partida que parecía perdida a poco que aprovechemos un despiste rival o un segundo de brillantez de nuestros compañeros. Al final, los buenos jugadores siempre salen adelante en los rangos clasificatorios por muy complicado que parezca y, si ellos pueden hacerlo, queda claro que es posible. Una tarea que, claro está, no es nada sencilla.
Sin embargo, este jugador nos pone sobre la mesa el ejemplo perfecto en una partida clasificatoria disputada en Plata de que no hace falta ser el mejor jugador de la historia de League of Legends para conseguirlo. Así, en poco más de un minuto, es capaz de lograr dos Petankills espectaculares para darle la vuelta a un marcador de oro y dragones que empezaba a ponerse muy cuesta arriba y hacía ya impensable una victoria. Un logro casi inédito en League of Legends.
Es cierto que en ambas ocasiones tiene algo de ayuda de los compañeros. Sin embargo, el equipo rival es el que participa en mayor medida en esta situación cometiendo errores de posicionamiento y jugadas demasiado arriesgadas cuando solo necesitaban paciencia para cerrar la partida. Sin embargo, League of Legends es un juego de errores y en las clasificatorias de bajo rango se cometen demasiados. Mientas haya intención, rara es la partida que realmente está perdida.
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