Para muchos jugadores, no pasó de ser una anécdota. Sin embargo, League of Legends experimentó en los últimos meses uno de los fallos más prolongados de su historia. Durante algo más de un año, los jugadores no pudieron utilizar una función que, aunque innecesaria para algunos, puede ser capital para otros. Hablamos del problema con la transferencia de cuentas entre servidores, que estuvo presente como aviso permanente en el cliente de juego durante más de un año en el caso de Europa del Oeste.
¿Cómo pudo durar tanto un error que parecía simple?
No nos queda otra que volver a los problemas habituales de la gestión de League of Legends. La herramienta lleva años activa y, cuando se creó, no estaba del todo optimizada. Desde Riot Explican que tenían diferentes fuentes de datos que gestionar y cada una de las variables estaba almacenada en los diversos servicios. Esto, por lo tanto, complica el trabajo al tener que poner a funcionar más sistemas de los necesarios y derivó en errores donde solo algunas partes de la información de perfiles (nombre de invocador, campeones desbloqueados, skins obtenidas….) se transfería de forma adecuada.
Puede que el servicio no sea muy popular, pero empezó a generar una avalancha de peticiones al servicio de atención al jugador por la pérdida de datos que tenían que resolver. Un proceso totalmente manual que nunca se acababa y forzó a que se deshabilitara el sistema. El problema es que cualquiera de los sistemas implicados en la retención de datos podría ser el culpable. Como se suele decir, la cadena era tan fuerte como su eslabón más débil. La diferencia es que en este caso ni siquiera sabían cuál era ese eslabón.
Así, desde Riot Games se vieron forzados a tomar la decisión de paralizar el servicio para darle salida a todas las peticiones del equipo de soporte y volver a empezar. Aquí empezaron más problemas. Haciendo uso de otro dicho popular, las cosas de palacio van despacio; Riot tuvo que poner a trabajar a diferentes departamentos en lo mismo. Sumémosle los problemas derivados de los cambios en la forma de trabajar del pasado año y tenemos la fórmula de cómo un pequeño problema se convirtió en algo inasumible.
Afortunadamente, League of Legends vuelve a contar con un servicio confiable de transferencia entre servidores. Así, los jugadores al fin pueden mudarse entre todas las zonas geográficas que cuentan con servicio oficial de Riot Games (excepto Corea y el PBE) y disfrutar de su progreso en cualquier parte del mundo. El desarrollo de videojuegos es así, y hasta el fallo más inesperado puede tener consecuencias más graves de las aparentes. La única duda es… ¿por qué no nos lo contaron antes?