La mayor parte de los jugadores de League of Legends se ponen el mismo objetivo: subir de rango. No en vano, las competiciones como el recientemente organizado SoloQ Challenge buscan premiar a los jugadores que sean capaces de sacar provecho al sistema y se cuelen en los puestos más altos de la clasificación en un determinado periodo de tiempo. Las partidas clasificatorias ponen a prueba nuestra propia habilidad y la capacidad que tenemos para sobreponernos a malos equipos y jugadores.
Deft, jugador coreano de Hanwha Life Esports, ha tratado de demostrar que, con las condiciones adecuadas subir rangos de forma desenfrenada es perfectamente posible. Como si estuviera enfrentado su desafío particular, el jugador ha comenzado a jugar partidas clasificatorias con mayor intensidad y frecuencia, ascendiendo 200 puestos clasificatorias en apenas un par de días con una racha de victorias con la que muchos jugadores solo pueden soñar en la que acumuló un parcial de 18-2.
Lo espectacular de lo que ha conseguido el jugador es que lo ha logrado partiendo de su puesto clasificatoria habitual en el Challenger del servidor coreano, que históricamente ha sido considerado uno de los más competitivos del mundo solo por detrás del superservidor chino. Así, el jugador ha conseguido un ascenso meteórico mientras variaba de tiradores. Ezreal, Tristana, Aphelios, Senna, Samira o Varus han sido sus elecciones a lo largo de una buena racha que también hizo valer jugando fuera de rol.
Pese a sus últimos resultados, Deft sigue muy lejos de los primeros puestos de la región. Los rangos más altos de League of Legends en Corea tienen mucha ventaja sobre sus perseguidores y entre el primer clasificado y el trigésimo (que es el puesto actual del jugador) hay unos quinientos puntos para los que necesitará al menos un par de rachas como esta.