En League of Legends no todo es cuestión de mecánicas. No son pocas las ocasiones en las que los jugadores pueden presumir de haberlo hecho todo bien a ese respecto en una jugada para acabar besando la lona y viendo como su pantalla se queda en gris durante unos cuantos segundos. A veces, basta un vistazo al mapa para darse cuenta de que hay algo que está fallando y empezar a respetar la Niebla de Guerra si no queremos acabar engrosando la estadística de bajas de los rivales.
Eso es exactamente lo que le pasó a este Yasuo que nos ha dejado ver lo mejor y lo peor de una partida de League of Legends en apenas unos cuantos segundos. Todo el equipo enemigo se abalanza sobre él y es capaz de resolver la situación con maestría. Al menos, durante unos primeros envites en los que hace una muestra perfecta de todas las opciones de movilidad del campeón y un buen uso del destello.
Su esfuerzo, sin embargo, se quedó en nada cuando un cuarto oponente apareció justo por la ruta en la que quería evadir toda la acción del rival. Un despliegue de medios fantástico para huir que acabó dándose de morros contra un Kha’Zix rival por dos fallos muy habituales: no prestar atención al mapa y hacer caso omiso de los avisos de un compañero de equipo que estaba ayudándole por el chat.
Al menos, tras su casi escapada, volvió a darse una de esas circunstancias que rara vez vemos en las partidas clasificatorias de League of Legends: su equipo aprovechó el tiempo que consiguió el jugador para conseguir tanto un Dragón como una torre en el otro lado del mapa aprovechando que todos los rivales volcaron su presión en detener a Yasuo y su Heraldo. La jugada podría haber sido mejor, pero es un pequeño fallo que sirve para darnos una lección.
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