Las trampas, cheats o hacks no son un mal único de CS:GO. Sin embargo, por su funcionamiento y su premisa competitiva, el shooter táctico de Valve siempre ha sido uno de los títulos en los que más se han centrado los creadores de este tipo de programas. La sensación general es que hay más tramposos, aunque esta situación podría estar motivada debido a la popularidad del juego y el hecho de que hay cientos de proveedores que incluso han llegado a anunciarse en YouTube.
Un miembro de la comunidad, cansado de este tipo de situaciones, decidió llevar a cabo un experimento analizando un total de veinte casos de “culpables más allá de toda duda razonable” que se encontró mientras utilizaba la herramienta de revisión manual. Para ello, siguió sus cuentas en Steam durante algo más de dos meses indagando a ver si habían recibido algún tipo de sanción por parte de la desarrolladora. Un proceso que, pese a su esfuerzo, no dio los resultados esperados.
Compartiendo los resultados, el jugador revela que se ha encontrado que de los 20 casos evidentes de jugadores que merecían haber sido excluidos de CS:GO por la utilización de programas de trampas, solo 8 de ellos han sido castigados. Una estadística de efectividad del 40% (aunque la muestra es pequeña) que ha resultado cuanto menos decepcionante. Lo preocupante es que, además y según señala el jugador, muchos de estos casos eran “spinbots” que nunca deberían de haber llegado al juego.
Los motivos de esta falta de baneos son varios y algunos jugadores han señalado que si saltamos las repeticiones ante un caso evidente nuestra opinión no es tenida en cuenta. Un error de diseño que estaría introducido por Valve para evitar los bots que declaran inocentes a todos los jugadores para tratar de hacerlos invulnerables al sistema Overwatch de revisión manual de casos.
La batalla contra los tramposos parece imposible de ganar tanto en CS:GO como en otros títulos. Habrá que ver si llega el día en el que los hackers no vayan un paso por delante.
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