Algunos de los campeones más difíciles de League of Legends son los que hacen depender nuestro poder de la capacidad que tengamos para impactar habilidades sobre los rivales. Desde Riot Games premian los tiros de habilidad con efectos llamativos como un mayor daño o capacidad de aplicar efectos sobre los rivales. Sin embargo, ser capaces de acertar no siempre depende de nosotros y, aunque hay algunas ayudas sutiles, podemos perder una partida si encadenamos unos cuantos errores consecutivos.
Ezreal es uno de los mejores ejemplos de esto. El explorador necesita impactar su Q (Disparo Místico) y R (Andanada Certera) sobre los objetivos para poder hacer todo el daño necesario en las peleas grupales. Sin embargo, no todo depende de él y hay que tener muchos factores en cuenta, como los desplazamientos de los rivales, sus hechizos de invocador y hasta las complicaciones adicionales que, de forma voluntario o involuntaria, puedan plantear nuestros propios compañeros de equipo.
Lanzar una habilidad y que tus compañeros muevan al objetivo en el que ibas a impactar puede ser una de las sensaciones más desagradables de League of Legends. Sin embargo, también hay formas de controlar esta situación y sacarle partido en nuestro favor. Si nos ponemos de acuerdo con nuestros compañeros, podemos convertir su movimiento en un pase al estilo Andrés Iniesta que nos deje a los rivales vendidos para definir a placer. Un ejercicio que requiere una puntería sublime y una muy buen predicción.
Eso es exactamente lo que paso en esta jugada donde, parece que sincronizados, estos dos jugadores decidieron aprovechar la definitiva de Poppy (Veredicto de la Guardiana) para conectar sobre el rival la de Ezreal. Un impacto ‘a bote pronto’ imposible de esquivar sin hechizos de invocador que difícilmente hemos visto hasta ahora, ya que requiere un conocimiento intensivo de ambos campeones por parte del tirador. Si League of Legends fuera fútbol, no cabe duda de que esto sería ‘el pase de la muerte’.
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