Ahora que se ha filtrado, por diversos dataminers de confianza, que el siguiente Call of Duty (Vanguard) correrá a manos de Sledgehammer Games y transportará a los jugadores de nuevo a la Segunda Guerra Mundial, nos hemos aventurado a realizar un pequeño recopilatorio de todas aquellas cosas que Call of Duty WWII (el anterior juego del estudio ya mencionaba y que trataba la misma temática) hizo mejor que el actual Black Ops Cold War.
El juego de Treyarch no ha calado demasiado bien entre los jugadores, a pesar de que gracias al impulso de Warzone ha conseguido colocarse como un éxito en ventas y como un verdadero referente en ese sentido. No obstante, en términos de jugabilidad y demás en el multijugador no ha logrado superar a su antecesor, Modern Warfare. Pero, aquí, hablaremos de todo aquello que Call of Duty WWII hizo de maravilla y que no se valoró en su momento. Ahora que pronto tendremos otro CoD parecido, qué mejor que recordar todo lo bueno del juego que tenía como personaje principal a Josh Duhamel (Transformers).
Time to Kill ideal y movilidad muy Call of Duty
Parece mentira que tengamos que destacar esto, pero es que el tiempo requerido para matar en los Call of Duty actuales empieza a ser una broma, y no digamos ya la movilidad. Modern Warfare (2019) implementó el desliz como algo más que una mecánica para huir, puesto que amplia la velocidad si sabemos usarlo correctamente. Eso es algo que se puede ver mucho en Warzone, sobre todo a los profesionales (el slide cancel). Y Black Ops Cold War llevó eso hasta el infinito.
Aunque el TTK de Cold War es superior al de Modern Warfare, su movilidad es totalmente absurda. Los personajes pueden realizar deslizamientos asombrosos que provocan que sea muy complicado disparar a usuarios que saben realizarlo. Algo que no tiene mucho sentido, por otro lado, porque debería frenarte en lugar de impulsarte (pero es Call of Duty y tampoco le buscaremos toda la lógica del mundo).
En Call of Duty WWII teníamos las medidas perfectas. Se mataba con las balas necesarias: suficiente como para poder dar tiempo al rival , si fallábamos alguna bala, de que se diera la vuelta si era más habilidoso. Y en el movimiento solamente teníamos el clásico dolphin dive para esquivar alguna que otra bala o colocar banderas in extremis. Movilidad justa para todos y al estilo clásico.
Un sistema de rachas de puntos acertado
Fácil, sencillo y para toda la familia. Las rachas se consiguen a través de los puntos que obtenemos en las partidas y no por matar. Ahora bien, si morimos, perdemos esos puntos y toca volver a reiniciar el marcador para aspirar a sacarse un UAV, unos morteros, un artillero o lo que toque. El sistema de puntos que ha establecido Treyarch con Black Ops Cold War es un verdadero caos y, aún a día de hoy, no logramos comprenderlo.
En teoría este nuevo sistema de la Guerra Fría está pensado para que hasta los jugadores más principiantes en el juego puedan sacarse rachas en las partidas, a la par que se limita a los veteranos a no poder desplegar todo lo que quieren porque dependen del enfriamiento de esas rachas. Es decir, que una vez lanzamos una racha grande, aunque volvamos a arrasar en puntos y muertes, no la podemos obtener porque el propio juego nos la bloquea. Absurdo, vaya. Y más en un juego de mata-mata.
El campo de entrenamiento
Parece una tontería, pero el campo de entrenamiento de Call of Duty WWII estaba la mar de bien. Otros shooters como Valorant también disponen de una sala de práctica para poner a prueba las armas o simplemente calentar antes de saltar al ruedo. No hace falta meterse en una partida pública para ir activando nuestra puntería, porque podemos hacerlo gracias a un ligero entrenamiento en solitario.
Además, en Call of Duty WWII teníamos esa sala inicial servía también para socializar un poco con los amigos, puesto que funcionaba a modo de punto de reunión. Ahora, esa característica la podemos ver también aplicada a Call of Duty Mobile.
Sin tanta ventaja, ni tanto accesorio
Hacerse una clase en Call of Duty WWII era un momento de nada: escogías una clase, seleccionabas una única ventaja y equipabas tus armas con los accesorios pertinentes. Muy sencillo y rápido y pensado, directamente, más en el competitivo que en las partidas casual. Black Ops Cold War ha querido superar en la medida de lo posible al armero de Modern Warfare y, grosso modo, fácil (lo que se dice fácil) tampoco es que sea hacerse una clase.
Hay demasiados accesorios y no todos hacen específicamente lo que indica en el videojuego, tal y como ya han demostrado muchísimos creadores de contenido en más de una ocasión. Además de ello, también hay que tener en cuenta las mejoras de campo y los extras de ventajas y accesorios que podemos colocar a nuestras armas. Eso hace que cada arsenal sea un mundo y todos puedan hacerse su FFAR1 más personal, cierto, pero a la vez es complicado de comprender porque los accesorios, en este juego por lo menos, son determinantes de la victoria de los enfrentamientos. Más incluso que la habilidad.
Un Modo Liga bien equilibrado
El modo liga o competitivo de Call of Duty: Black Ops Cold War ha terminado siendo un absoluto desastre. Los jugadores están muy decepcionados con el funcionamiento de clasificación del modo y parece que a Treyarch se le ha olvidado lo bien que lo hizo con Black Ops 2, porque dicho videojuego conseva el que hasta la fecha es el mejor modo liga de toda la saga, seguido muy de cerca por el de Call of Duty WWII.
Sledgehammer Games supo dar en el clavo metiendo a los usuarios de lleno en lo que era la experiencia competitiva que se podía vivir, por ejemplo, en la Call of Duty League. Y sin tanta parafernalia de skins, cosméticos y demás. Simplemente con un sistema de clasificación justo, búsqueda de partidas por habilidad (aquí sí) ajustadas a la realidad y una rotación de mapas y modos más que excelente. Una lástima que en su momento no se valorase como es debido, porque ahora mismo lamentamos mucho su pérdida.
¡La búsqueda de partidas por habilidad!
Sí, es un tema muy pesado estos días, pero es que Call of Duty WWII, aunque también tenía SBMM, no era su prioridad de búsqueda para las partidas. Es decir, que más o menos nos metía con jugadores de nuestro mismo nivel si era posible, pero la buena conexión era la absoluta prioridad. Black Ops Cold War hace todo lo contrario: antes nos mete en partidas que parecen de la Call of Duty League que con jugadores que tengan línea similar a la nuestra.
Este es un tema bastante complejo que ha provocado que muchos jugadores no quieran ni tocar el multijugador de Black Ops Cold War, porque todas las partidas parecen rankeds y son de lo más exigentes. Lo bueno de Call of Duty siempre ha sido su esencia arcade, pero eso se está perdiendo con los años para proteger a los usuarios más novatos del juego.