A pesar de que todos, o casi todos, los Call of Duty parecen iguales, lo cierto es que es toda una odisea adaptarse a cada uno de ellos. No me malinterpretéis, la curva de aprendizaje ya está prácticamente hecha si somos jugadores habituales de la saga, puesto que más o menos el gunplay funciona igual en todas las entregas. Pero hay pequeñas diferencias que hacen que cada Call of Duty pueda degustarse de forma individual. Es decir, no hay dos entregas iguales ni tampoco dos que se sientan igual cuando empezamos a soltar los primeros tiros.
Centrados ahora por completo en Warzone, PlayStation Plus dio una sorpresa que nadie vio venir ni de lejos: Call of Duty WWII gratis durante el mes de junio para aquellos que estén suscritos al servicio online de Sony. Una noticia excelente, puesto que es una secuela tardía del World at War de 2008 de Treyarch y tiene una campaña exquisita con una narrativa más que decente y una cruda representación de la Segunda Guerra Mundial. Además de eso, lógicamente (y dejando de lado un siempre acertado modo zombis que debería ser obligatorio en todas las entregas de CoD) tenemos un multijugador ya puede oler a añejo por la temática en la que está inspirada, pero os aseguramos que todavía es capaz de mantenerse de pie frente a Modern Warfare.
Estando ahora mismo acostumbrado al control y manejo de Modern Warfare; que es bastante rápido a diferencia de otras entregas gracias a la libertad de la cámara y la posibilidad de deslizarnos sin parar una y otra vez para aumentar nuestro sprint, las primeras partidas pueden sentirse un tanto lentas en WWII. No porque el juego en sí lo sea, porque aquí sí que tenemos el espíritu arcade de toda la vida de Call of Duty que le falta a Modern Warfare (que se asemeja mucho más a un Battlefield en general), sino porque los enfrentamientos son un poco más dilatados de lo habitual.
El time-to-kill de WWII es extremadamente alto y tenemos que conectar bastantes balas en el enemigo para abatirlo. Lo que hace que escuchemos bastante ese sonido característico que hacen los hitmarkers cuando impactamos en la caja de daño del enemigo. A veces cuesta, de hecho, saber si está a pocos tiros de morir o si no lo hemos dejado tan tocado como creíamos, ¿por qué? Porque aquí las categorías de armas sí que se respetan bastante. Los fusiles de asalto tienen un gran poder a media y larga distancia, mientras que los subfusiles nos vapulean si estamos muy cerca de ellos. Ahora bien, si intentemos matar a algún enemigo con una PPSH a una distancia considerable, vamos a hincharnos de oír cómo golpeamos balas pero no abatimos al rival.
Los roles de juego aquí están mucho más definidos que en Modern Warfare, donde una MP7 o una MP5 pueden hacer casi de fusil de asalto y matar a un enemigo de pocas balas dependiendo de los accesorios que llevemos. En otras palabras; WWII es mucho más táctico en el sentido de que debemos dominar nuestro rol, conocer el mapa y saber dónde posicionarnos bien para poder ganar los enfrentamientos contra los rivales.
Lo mismo ocurre con las granadas letales y tácticas, puesto que aquí sí que hacen verdadero daño y podemos morir fácilmente si nos cae una semtex a los pies. Quitando aquí la presencia constante de RPG y explosiones a cascoporro, la verdad que es más tranquilo jugar a WWII y poder echarse unas partidas a Call of Duty como se solía hacer antaño, a excepción posiblemente de los futuristas y de Modern Warfare 2.
En cuanto al gunplay y sensación de juego, WWII sí que está quizá un paso por debajo de Modern Warfare, puesto que es un poco más tosco (para tratarse de un Call of Duty) y la libertad que ofrece con la cámara es un poco más reducida. Si bien es cierto que, como os decíamos, cada entrega tiene unas características y no se siente igual, el cambio es demasiado brusco entre ambas entregas como para no mencionarlo. También hay que tener en cuenta que Modern Warfare viene después de Black Ops 4, que es uno de los más rápidos y frenéticos que hemos tenido en los últimos años. Por lo que WWII no había llegado todavía a ese nivel de velocidad en lo que se refiere a movilidad de cámara y fluidez de la misma.
Con el movimiento, curiosamente, no ocurre lo mismo. Es decir, aunque no podamos deslizarnos sin parar de aquí para allá, podemos hacer dolphin dive con bastante rapidez, lo que nos permite poder desplazarnos a zonas de cobertura si estamos siendo asediados por el enemigo. Eso, claramente, hace que la jugabilidad incremente esa velocidad, pero por desgracia no se ve acompañada por ese gunplay un tanto impreciso. Tened en cuenta que hablamos de un Call of Duty, y aunque digamos que el gunplay se nos hace un poco cuesta arriba en determinados momentos, el nivel sigue siendo altísimo en lo que respecta a calidad de FPS general.
Call of Duty WWII y sus mapas de tres carriles todavía se sienten frescos y hacen un cara a cara a Modern Warfare que asusta, sinceramente. Las armas están bastante niveladas y los jugadores procuran moverse mucho más que como lo harían en partidas del actual Call of Duty y de la mayoría de Warzone. Si tenéis PS Plus, os recomendamos encarecidamente que os metáis a echar unas partidas a WWII, porque no os arrepentiréis, os lo garantizamos.