Ahora sí que sí, Call of Duty: Warzone se ha roto por completo. El problema de los tramposos se le ha ido de las manos a Activision, puesto que ahora parece que estos tienen el poder de acabar las partidas cuando ellos quieran. Sin necesidad de matar a todos los enemigos o quedar los últimos en pie. Los hackers realizan una baja "final" con una cámara de muerte equivalente a la que tenemos en el multijugador y la partida termina automáticamente.
Esto permite que los tramposos puedan controlar la partida en su totalidad y, en parte, los mismos servidores del juego, puesto que están influyendo directamente en cómo se desarrollan los partidos de otros 150 jugadores. Vaya, que ahora para ellos Warzone es un lienzo en blanco sobre el que pueden hacer cualquier tipo de cosa: matar a placer, terminar partidas, volverse invisibles, tirar la red de los demás jugadores... No hay límites en el battle royale de Call of Duty.
Aquí tenéis un ejemplo publicado por el usuario de Twitch BisaG10.
Como veis, la partida entera se queda absolutamente alucinada, porque nadie entiende qué es lo que acaba de ocurrir. En el pasado, ya pudimos ver este problema, pero en su momento todos pensábamos que se trataba simplemente de un bug puntual y de nada "serio". Pero lo que estaba pasando en realidad es que los hackers se estaban colando en los servidores para acabar partidas a placer.
Raven Software y Activision tienen que ponerse manos a la obra con esto rápidamente para detener este gravísimo problema. No todos los jugadores tienen la misma habilidad para conseguir victorias tan fácilmente y llegar a los círculos finales, para algunos, puede ser un verdadero mundo. Y no es para nada justo que un hacker decida cuándo termina la partida echando todo el esfuerzo por la borda.