En las competiciones de League of Legends, los equipos están obligados a mantener un código de conducta (una especie de Código de Invocador modificado). Apenas son unas cuantas recomendaciones de Riot Games sobre lo que se puede o no hacer tanto delante como detrás de las cámaras y, normalmente, acaba el año sin que haya demasiadas noticias a este respecto. Sin embargo, un equipo de liga regional de Los Balcanes ha protagonizado uno de los episodios más surrealistas de la historia de la competición.
Durante una entrevista pospartido realizada a uno de los jugadores de ŠAIM SE SuppUp, equipo que marcha en primera posición de la liga y que probablemente disputará el próximo European Masters, hubo un hecho inusual. En palabras de los árbitros de la competición: “Durante la entrevista con Mersa (jugador) un cachorro apareció. Aunque esto no es un problema en sí mismo, un miembro no identificado del equipo lo reintrodujo en la escena resultando el acto en una exposición indecente del perro”.
El acto ha sido considerado como un comportamiento “extremadamente indecente” por parte de los jugadores del equipo y quebranta tres de los códigos de conducta de la normativa de la competición de League of Legends. Concretamente, los apartados que hacen referencia al comportamiento de los miembros del equipo en la zona en la que se disputan los partidos. Uno de los apartados más subjetivos, existente para evitar este tipo de conductas.
La sanción será una deducción del 50% del premio obtenido, que se une dos ofensas previas que también les hará perder un 15% extra. Más que el acto en sí, que también hubiera sido objeto de castigo, se ha penalizado al club por la acumulación de castigos. Una situación que ha dejado abrumado al árbitro que tuvo que escribir la sanción, que aseguró que era lo más raro que había escrito en relación con League of Legends.
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