El número de variables que debemos tener en cuenta en una partida de League of Legends es prácticamente infinito. De hecho, la capacidad de prestar atención a detalles que no son visibles a simple vista o que muchos jugadores no tienen interiorizados es el que marca las mayores diferencias de nivel en el juego. Conforme aumenta nuestro conocimiento, también lo hace nuestra capacidad de tomar mejores decisiones y maximizar la efectividad de las jugadas. Teniendo en cuenta la influencia de los detalles, puede llegar a ser vital.
La jugada que os traemos es una de esas que incluye una pequeña genialidad capaz de darle un vuelco a la partida. El protagonista fue Vakin, un streamer norteamericano que estaba emitiendo en directo como se coronaba como el campeón de la máxima categoría de Clash pasando por encima de sus rivales con tres victorias, siendo la que os vamos a presentar la más destacada de todas con mucha diferencia.
Además de dejar claro que Olaf sigue siendo un campeón más que viable en League of Legends, nos recuerda que los centinelas de visión enemigos aportan experiencia a los jugadores que los destruyen. Una cantidad no demasiado elevada (46,4 puntos) y que rara vez puede ser crucial, pero en este caso suficiente como para subir a nivel 6, ganar algo de vida y seguir adelante con un barrido que acaba con una baja cuádruple cuando la partida apenas pasaba de cinco minutos. Algo que completa, por si fuera poco, con un aplastar perfecto sobre el dragón para ganar algo más de vida todavía.
League of Legends es un juego que premia a los jugadores que mejor lo conocen y en el que rara vez podremos imponernos a quienes tengan más conceptos asimilados que nosotros. Es una realidad confirmada por algunos de los mejores jugadores de la historia del título, y a veces una partida puede ganarse por un detalle tan nimio como quitar un centinela de visión a tiempo.
Elegidos con base en criterios objetivos, os presentamos al que sería el equipo perfecto de toda la historia del competitivo de League of Legends. Descubre con nosotros cómo sería la alineación imbatible por excelencia.
