Desde Birmingham, Reino Unido, nos llega una de las historias más surrealistas relacionadas con Call of Duty. Clint Butler, un fugitivo de la justicia, ha sido arrestado tras llevar varios meses en busca y captura. Hasta aquí, nada demasiado impresionante. Sin embargo, los detalles acerca de cómo fue detenido por la policía de las West Midlands son los que convierten el suceso en uno de los más extraños que habrán vivido, tanto los agentes, como los aficionados a la franquicia estrella de Activision.
En medio del confinamiento derivado de la situación sanitaria, Butler decidió salir a hacer una compra. El problema es que, sabedor de su situación, estaba actuando de una forma un tanto extraña y despertó sospechas en varios agentes de policía que estaban de ruta por la zona. Cuando estos se acercaron a él, entre nerviosismo y demás señas evidentes, decidieron preguntarle qué estaba haciendo. La respuesta del criminal fue: “Vine a comprar el nuevo Call of Duty, porque no soy capaz de aguantar el confinamiento”.
Tras varias sospechas de que el criminal les había dado un nombre falso a los agentes (que no ha trascendido), estos le pidieron la identificación. Sin embargo, la respuesta no fue la esperada y en lugar de sacar un documento de identidad, el fugitivo trato de patear a un agente y tratar de escapar a la situación. Una aventura para comprar Call of Duty: Black Ops Cold War que acabó relativamente rápido y con Butler condenado a cumplir lo que quedaba de sentencia y 19 meses de propina: 13 por la agresión y 6 por escaparse de la cárcel.
Aunque nosotros somos de respetar al 100% el gusto individual de cada jugador, si te has escapado de la cárcel insistimos en que compres en formato digital, especialmente si fue en un permiso penitenciario mientras cumplías una condena de 17 años por robo y posesión de armas de fuego. Tras la condena, se le van a acumular muchos nuevos CoD a este ciudadano británico hasta que sea puesto en libertad el próximo año 2025.