Aunque los esports han sabido adaptarse a la nueva situación sanitaria trasladando sus formatos a la competición en línea, todos los aficionados echan de menos los eventos presenciales. La ausencia de ellos solo ha hecho que ganen relevancia y que esperemos como nunca la vuelta a la normalidad para poder disfrutar de este tipo de torneos. Sin embargo, algunas desarrolladoras han podido encontrar refugio en los modelos competitivos a puerta cerrada. Una solución que, por ejemplo, Riot Games hizo válida para que se pudieran disputar los Worlds 2020.
El formato burbuja no es ni mucho menos ideal, pero si el único remedio para una buena cantidad de títulos. PUBG es uno de ellos. La competición en un battle royale ya presenta desafíos extra debido a la complejidad de albergar a tantas personas en un mismo recinto, pero la división de esports del título que desató la locura por este modo de juego ha sido capaz de montar un escenario a la altura y desplazar a todos los grandes equipos a Corea para disputar una nueva edición del Global Invitational a lo largo de las próximas semanas.
Solo los equipos de China, Japón y el Sudeste de Asia se quedan en sus países para jugar desde un recinto habilitado y evitar viajes internacionales. Sin embargo, los clubs que han tenido la oportunidad de trasladarse a Incheon, en Corea del Sur, podrán disfrutar de un Studio Paradise que se ha transformado en un recinto inmejorable que cumple con todos los protocolos de seguridad.
A todos nos gustaría ver que, además, hubiera público disfrutando del evento. Sin embargo, ese será un camino todavía más largo hacia la recuperación que habrá que recorrer a lo largo de todo el año. Al menos, ahora, parece que al fin pueden tener lugar algunos de los eventos más importantes del mundo de los deportes electrónicos que tuvieron que ser aplazados.