El mundo del deporte ha sido duramente golpeado por la pandemia de COVID-19 que está asolando a la humanidad. Los grandes y multitudinarios eventos internacionales como la Eurocopa de Fútbol o los Juegos Olímpicos de Tokyo han tenido que posponer su celebración hasta el año que viene. Sin embargo, algunas ligas de baloncesto como la NBA o la ACB han podido seguir adelante usando un método tan radical como efectivo: una burbuja.
Los Worlds de League of Legends, el Campeonato Mundial del videojuego de Riot Games, seguirán adelante a pesar de que el Gobierno chino ha prohibido hasta final de año la celebración de eventos deportivos en su país. Esto implica, al menos de forma implícita, un sistema sin público y con cierto aislamiento de los jugadores; una "burbuja", hablando claro.
Aún no tenemos detalles y todo apunta a que habrá noticias sobre esta atípica edición de Worlds a principios del próximo mes agosto, pero nosotros hemos hablado con Álvaro Martínez, Community Manager del Valencia Basket, y David Sardinero, director de la revista Gigantes del Basket sobre la posibilidad de una burbuja. Ambos han estado en la burbuja que realizó ACB en Valencia para su Fase Final y nos arrojan un poco más de luz sobre este sistema deportivo que se está aplicando en tiempos del coronavirus.
League of Legends ya canceló el Mid Season Invitational y no parece factible que se termine la temporada sin un gran evento internacional.
Empecemos resumiendo cómo fue la burbuja en sí. La Fonteta, estadio en el que disputa sus partidos el Valencia Basket se convirtió en el centro neurálgico del baloncesto nacional. La ACB tuvo que terminar de forma apresurada su temporada regular y se decidió que los doce primeros clasificados hasta entonces participasen en una atípica fase final compuesta por unos grupo y luego unas eliminatorias a partido único entre los dos mejores de cada uno de ellos.
Los jugadores y staff de los equipos acudieron un tiempo prudencial antes de la celebración del torneo, el suficiente como para realizar las pertinentes pruebas PCR que descartasen casos positivos dentro de la burbuja. Una burbuja que se ceñía a los tres hoteles Barceló Valencia, Meliá Oceanic y Primus Valencia donde se alojaban los protagonistas, la Fonteta y las canchas de entrenamiento.
Tanto Álvaro como David no han estado en la burbuja más cerrada, pero el primero nos explica el protocolo general: "Toda la gente que estaba en el pabellón se dividía en zona verde, que se correspondía con la pista, gente viviendo dentro de burbuja y otra que no (unas 30 personas por equipo, así como gente de la mesa, speakers, mopas que no estaban dentro). Lo siguiente que se hacía era vaciar las primeras filas para público y luego se colocaba la zona azul para prensa y demás gente que también tenía que haber pasado una prueba PCR previamente."
"Los periodistas teníamos un acceso azul que solo nos permitía entrar al pabellón, tras pasar un control de temperatura en el lagrimal y después de haber firmado una carta de responsabilidad. Una vez dentro, un empleado del club nos trasladaba al asiento que nos habían asignado para ver el partido en la tribuna de prensa. De ahí solo podíamos desplazarnos al baño y, una vez finalizado nuestro trabajo tras el partido, nos volvían a acompañar hasta la salida para que no pudiésemos salirnos de ese 'circuito' de seguridad establecido", explica David antes de confirmar que había que firmar una carta de responsabilidad y usar mascarilla en todo momento.
Esta distancia con respecto a los protagonistas afectó a la calidad del trabajo, pero necesitaba ser relatada según David: "No había una zona mixta al uso ni teníamos ningún tipo de acceso a protagonistas, más allá del contacto telemático. Decidimos viajar por tratarse, esperemos, de algo único, histórico, que queríamos vivir y poder contar a nuestros lectores en primera persona, como experiencia. En un partido a puerta cerrada, dentro del pabellón, se captan y escuchan muchos matices que en partidos normales es imposible escuchar. Eso fue lo único 'bueno' de esta situación."
El punto de vista de CM de Álvaro es similar aunque contaba con ayuda y además participó en el montaje: "La creación de contenido siempre la suelo hacer a pie de pista, que es un poco más fácil. En este caso me ha tocado trabajar desde la grada, que es un poco más complicado si se trabaja con teléfonos móviles para tomar fotos o realizar vídeos. Tenía un compañero que me surtía de material desde dentro, pero normalmente tengo acceso a zonas más nobles."
Eso sí, la organización y el ritmo de los partidos (uno cada dos días por equipo) ayudaba a pesar de las circunstancias según Álvaro: "Hay que distinguir club y organización. Esto era un ritmo frenético y además había mucho material de la organización. Se crean muchos temas que la gente quiere conocer, como la sala médica, que era prácticamente un hospital de campaña para que no se rompiera la burbuja."
Sobre la pieza clave de esto, los jugadores, David nos arroja algo más de luz sobre lo complejo que era para ellos jugarse un título sin público en las gradas: "mi sensación es que los jugadores ya están acostumbrados. Piensa que muchos de ellos han jugado durante toda su vida en campeonatos de categorías inferiores con poco público, o en torneos de selecciones en sedes en las que había pocos aficionados, y creo que eso no se les hizo tan extraño. Hablando con jugadores, más off the record, sí que notabas un cierto hastío, aburrimiento, de pasar tantos días 'concentrados', en una situación restrictiva como era esta, por muchas facilidades que tuvieran a su disposición."
Esta sensación de hastío es algo que muchos jugadores que llegan a las fases finales de Worlds cuentan. Sin ir más lejos, el desgaste de ese mes extra de competición pasó factura a G2 Esports, quienes se mostraron ostensiblemente cansados en las finales de Worlds 2019 en París. Una burbuja en un hotel y el desplazamiento a una arena sería lo único que podrían hacer en estos próximos Worlds y el aburrimiento podría terminar siendo un factor más en el Campeonato Mundial de League of Legends.
Los jugadores de League of Legends juegan más partidas sin público que con él, por lo que lo realmente atípico es realizar viajes durante un mes y estar lejos de tu casa. Eso sí, la duración se aproxima más a la burbuja de la NBA que está siendo realizada en Orlando, y sería un confinamiento muy duro, especialmente para quienes no sean chinos y estén a miles de kilómetros de casa.
Los resultados dentro de la burbuja ACB fueron atípicos, con Real Madrid fuera de las semifinales y Baskonia ganador tras quedar octavo en fase regular, muchos se preguntaban si la integridad competitiva estaba en tela de juicio. David contesta a esto: "Hubo mucho debate sobre la legitimidad del campeón en una circunstancia como esta. Para mí, la legitimidad se la ha dado el hecho de que hemos visto un nivel altísimo de baloncesto y de compromiso de los jugadores. Creo que sí puede haber sorpresas al tratarse de torneos comprimidos, con formatos cortos y explosivos, a los que cuesta 'enchufar' a ciertos equipos por diferentes condicionantes (plantillas mas veteranas, equipos que luchaban por otros objetivos que han cambiado...)".
Aún así, el balance de la competición, más allá del plano deportivo, ha de ser bueno al tener en cuenta que no hubo ningún positivo por COVID-19 y que todo marchó según lo previsto. Álvaro realiza un balance final positivo de la burbuja de la ACB que podría tranquilizar a los fans del League of Legends: "Había incertidumbre, porque era la primera vez que se hacía. Había riesgo, como pasó con la última jornada de segunda división con el Deportivo-Fuenlabrada. Había temores, pero había mucho trabajo previo. Tanto el club como la organización se esmeró mucho en los protocolos. Aunque al 100% no puedas estar preparado, ha salido todo muy bien. Todos están satisfechos."
Foto de lolesports.
G2 Esports, el mejor equipo europeo de League of Legends de la historia acaba de renovar a su plantilla justo antes de tener un balance negativo a tres semanas de terminar la temporada. Grabbz dice que el meta les perjudica, pero el resto de equipos también han mejorado.
