La NBA cambió por completo su estructura financiera para siempre desde que firmó su contrato televisivo más grande hasta la fecha hace unos años. Los equipos contaban con un tope salarial de 70 millones de dólares al finalizar la temporada 2015-2016, para que en los sucesivos años se produjese el salto hasta los 89 y posteriormente 108 millones de dólares ya para el curso baloncescístico 2017-2018.
Esta inyección de dinero a los equipos hizo que los salarios de los jugadores se inflasen de una manera nunca vista. Lo que sucedió es que los fajos de billetes quemaban en los bolsillos de las franquicias y durante el verano de 2016 se firmaron los contratos más tóxicos de la historia del baloncesto. Los Angeles Lakers, el histórico equipo californiano en el que han militado Magic, Kobe o ahora LeBron, se comprometió a gastar 134 millones en Luol Deng y Timofey Mozgov.
Estos dos jugadores disputaron un total de 111 partidos entre los dos antes de abandonar las filas de los púrpura y oro, con unos promedios más que mediocres, obligando a que fueran sacados del club a cambio de pagar ese dinero y no pisar la cancha o, como fue el caso de Mozgov, a intercambiarlo junto con un a la postre All-Star como D'Angelo Russell para librarse de su contrato. G2 Esports no se ha gastado el dinero en ningún jugador mediocre, pero sí que puede estar temiendo que pase algo similar en su equipo de League of Legends.
Y es que hace apenas una semana el equipo de esports propiedad de Carlos "Ocelote" Rodríguez anunció a bombo y platillo la renovación de tres de sus principales plantillas: Rainbow Six Siege, Rocket League y League of Legends. Esta operación sirve para que los jugadores de estas tres secciones se hayan comprometido con el club hasta 2022. En principio, se trata de un acuerdo positivo para el club, ya que blinda a tres equipos capitales en el éxito de la organización; sin embargo, el equipo de LoL está siendo una sombra de lo mostrado en 2019.
El pasado año G2 Esports estuvo a tres victorias de consagrarse como el primer club de la historia del MOBA de Riot Games en hacerse con el Grand Slam, o lo que es lo mismo, llevarse todos los títulos posibles en un año natural (los dos splits regionales, el MSI y Worlds). Por si esto fuera poco, su estilo de juego agresivo y su capacidad para usar campeones en casi cualquier posición les convertía en un modelo a seguir por la gran mayoría de equipos europeos y también en otras regiones.
Esta superioridad parecía replicarse en primavera, con un G2 que hasta se permitía usar a Rasmus "Caps" Winther como tirador y ganar 3-0 la final de LEC. Pero esta temporada estival, y tras 11 partidos disputados, G2 Esports es sexto empatado con el séptimo clasificado Misfits Gaming con un balance total de 5 victorias y 6 derrotas. Por si esto fuera poco, esta última semana han "celebrado" esa renovación con dos derrotas contra Origen y MAD Lions.
A principio de temporada y tras apreciar un bajón de rendimiento, en esta misma web afirmábamos que no era el momento de dudar de G2 Esports ni de sus jugadores. En ese momento era un 1-2 en la superweek, una muestra ínfima de resultados al mejor de uno y una serie de problemas como una pobre preparación para el comienzo de temporada como confirmó su técnico Fabian "Grabbz" Lohmann o el triste fallecimiento del padre de Luka "Perkz" Perkovic víspera del arranque de LEC.
Estos factores han cambiado con el tiempo: ya tenemos una muestra más generosa de partidos, Grabbz ha tenido tiempo de entrenar a sus pupilos e incluso Perkz ha disfrutado de una semana de vacaciones (aunque la muerte de un padre es una herida que nunca cicatriza del todo). La palabra crisis sigue siendo difícil de usar con este equipo, posiblemente el mejor que ha tenido la región en toda la historia de League of Legends, pero sí que aumenta la presión sobre G2 Esports para cambiar la dinámica.
Por suerte, G2 tiene el máximo de puntos posibles de la temporada de primavera, haciendo que la debacle que supondría ausentarse de unos Worlds cuando incluso LEC cuenta con una plaza más de las habituales, sea muy poco realista. Aún hay tiempo para cambiar el rumbo y posiblemente ningún equipo cuenta con el talento de los vigentes campeones, pero es evidente que el tiempo se va agotando.
Un cariacontecido Grabbz acudió a Post Game Lobby, el show que finaliza la semana en LEC, para dar explicaciones sobre lo visto esta semana. Ahí cuenta que apenas pudieron contar con Perkz en dos días de entrenamientos, habla de sus errores a la hora de plantear la partida y de como también no se ha conseguido jugar de forma correcta ese plan establecido y admite los fallos individuales; "estamos jugando mal, eso es cierto, pero creemos poder darle la vuelta con la preparación correcta... pero es complicado".
G2 apenas ha tenido malos momentos durante este año y medio, salvando la derrota inicial en los playoffs de verano de 2019 contra MAD Lions de la que se repusieron días después o el funesto fin de temporada contra FunPlus Phoenix en la final de los Worlds en París. Este será un buen momento para poner el equipo a prueba y para ver si ha sido un espejismo lo visto durante estas semanas o que G2 Esports ha sido superado por esta nueva hornada de equipos europeos como Rogue o MAD Lions.
Hay jugadores que se relajan tras firmar una renovación y que nunca vuelven a ser los mismos tras asegurarse su renovación. Quedan tres semanas de competición para constatar si Perkz, Caps y compañía son Luol Deng y Timofey Mozgov, o si por el contrario dan un golpe encima de la mesa y vuelven a sumar un nuevo entorchado con esta LEc de verano 2020.
Foto de lolesports.