El rumor llevaba unos cuantos días circulando en redes sociales: Team Heretics va a rescatar a la escena española juntando todo el talento nacional. Seis jornadas desde la publicación original de la filtración en Twitter en el que la comunidad se puso a investigar para acabar llegando a la conclusión de que, efectivamente, las primeras informaciones estaban en lo cierto. Había un proyecto en nacimiento. El problema es que cuando más cerca estaba el oasis, la escena española de Counter-Strike dejó de caminar.
Las versiones difieren dependiendo de a quién le preguntes. La más repetida es que desde el club había dos imprescindibles en el proyecto: Sausol, SunPayus y a ellos se unió rápidamente Davi1G. A partir de ahí, surgió el nombre de Blastinho como IGL y en la búsqueda del quinto jugador empezaron los problemas. Que si Ergasster por un lado, que si yo con él no quiero o que la pelota es mía y tu no juegas. Discusiones en otro momento habituales que parecían haber quedado atrás en una escena nacional desgastada con necesidad de recuperarse volvieron más fuertes que nunca.
A esto, hay que sumar tiranteces económicas. Según Arnau Vidal, uno de los fundadores y copropietarios de Team Heretics, los problemas de dinero se habrían quedado en nada si las negociaciones hubieran seguido adelante. “Estamos hablando de unos 100 o 200€ de diferencia”, comentó el directivo en el foro de Mediavida. Una situación que invita a pensar en que el problema comenzó a ser el proyecto en sí mismo. Un mal tan clásico como irreversible que no había mejoras contractuales que salvaran.
La escena española pierde el penúltimo tren. Penúltimo porque hemos salido de peores y porque algún día aprenderemos. Viejas actitudes de tiempos en el que los campos eran más verdes que causan cierta desesperanza y no invitan a arrimar el hombro. Algunos todavía están buscando la cámara oculta y esperando que todo esto sea el movimiento de marketing definitivo. Si una cosa hay peor que la falta de noticias positivas de los últimos meses es que el movimiento más ilusionante se acabe justo antes de empezar. Tocará jugar un segundo overtime.
La pandemia, los anuncios de Valve sobre los entrenadores y la escena, los casos de trampas y ahora el burnout: Vitality parece no estar pasando por un gran momento en Counter Strike.
