Desde su lanzamiento, VALORANT fue capaz de convertirse en uno de los títulos que más interés genera en España. El shooter táctico de Riot se impuso sin demasiadas dificultades a la competencia y no han sido pocos los jugadores y clubs nacionales que decidieron cambiar de rumbo a raíz de su estreno para buscar fortuna en un deporte electrónico más asequible y que se asienta como una promesa de futuro.
La primera gran muestra del potencial competitivo del FPS en territorio español fueron las Genesis Cup. Una serie de cinco competiciones organizadas por LVP que fueron capaces de llamar la atención del público y que tendrán solución de continuidad a lo largo de este 2021 con un nuevo circuito que esta vez recibirá el nombre de Rising Series. Un torneo con idéntico número de paradas, pero en el que muchos fans encontrarán una sorpresa poco agradable: la escasa participación de equipos nacionales.
La primera parada de la competición, que tendrá lugar entre los próximos días 19 y 29 de enero contará con un total de solo 15 jugadores españoles de un máximo posible de 80. Un número de por sí bajo que se hace ridículo si lo comparamos con los 36 rusos que lucharán por el título y hacen parecer a esta competición un torneo foráneo. Además, la cosa no mejora en cuanto a organizaciones. Tampoco suman mayoría Cream Real Betis, Vodafone Giants, UCAM y Prominence.
Según indica Marco Mourão, directivo de UCAM Esports, son reglas impuestas desde Riot Internacional sin que la LVP o los equipos hayan podido modificarlas pese a haber intentado buscar “el mejor formato posible”. La desarrolladora demuestra, con esta dudosa decisión, no comprender las particularidades de la escena española y desconocer cual ha sido la clave en el desarrollo de la escena nacional de otros títulos desarrollados por ella misma.