Call of Duty: Warzone nació ya con el competitivo corriendo por sus venas. Ya no solo por ser un Call of Duty, sino por ser también un battle royale. La competición está grabada a fuego en su ADN para la comunidad de usuarios que dedica horas y horas a ese género y modalidad. Sin embargo, puede que haya que admitir que, en el fondo, Warzone no puede ser un juego competitivo. Tiene las bases para serlo, sí, pero el modo en el que se plantea su finalidad no va ligada en absoluto a la competición.
Ha sido Scump, uno de los mejores jugadores de la historia de Call of Duty, quien ha puesto las cartas sobre la mesa y ha expuesto los motivos por los que Warzone no es, y a este paso no será, un verdadero juego competitivo con todas las de la ley en los esports. Repetimos, no porque el juego no posea un sistema que lo permita, sino porque no se ejecuta correctamente:
"Por mucho que me encanta Warzone y me encantaría que fuera competitivo, simplemente no lo es. Los torneos son competitivos porque todos en el torneo son, realmente, muy buenos". Pero Scump aquí se refiere a que esos jugadores no están enfrentados los unos a los otros y simplemente dependen de las partidas que se encuentren de forma aleatoria para poder puntuar de cara a la clasificación del torneo: "Es literalmente, ¿estás entrando en buenas partidas, estás sufriendo stream sniping?"
El competitivo de Warzone es por ahora muy inconsistente, pero Scump le ve potencial si las cosas se hacen bien y se reestructura entero su reglamento, sistema de competición y torneos y demás. Veremos cómo actúa Activision y si finalmente hace uso de sus partidas privadas para los torneos.