Las críticas de la comunidad a Riot Games debido al estado de League of Legends tras el parche de pretemporada y el desajuste con el que llegó el crítico en este nuevo ciclo estuvieron más que justificada. Lo cierto es que la desarrolladora cometió un error importante que tardó casi un mes y dos parches en solucionar. Sin embargo, tras los cambios del parche 10.25 la situación ha quedado corregida a falta de unos pequeños retoques que amplíen el plantel de tiradores viables en el carril inferior.
Prácticamente la mitad de los ADC se han convertido en campeones que superan el 50% de ratio de victorias en su posición y los personajes basados en el crítico han resurgido. La situación ha llegado hasta tal punto que el Viento huracanado, uno de los nuevos objetos míticos destinados a esa posición, se ha convertido el ítem por excelencia del juego siendo imprescindible en los campeones que pueden hacer buen uso de él.
Todavía faltan un par de detalles, pero Yasuo y Yone son dos de los mejores personajes para calibrar la situación al basarse por completo su kit en esta estadística. Ambos están en un win rate que oscila sobre el 50% en partidas clasificatorias y han vuelto a ser considerados campeones viables, recuperando su identidad. El nuevo escalado de la estadística de crítico incluso hace que jugar contra ellos sea algo más justo y podamos evitar el daño excesivo que el campeón tenía en el juego temprano.
En la jugada que acabáis de ver, tenéis la oportunidad de disfrutar de uno de los jugadores más talentosos de toda Norteamérica. Se trata de Evolved, exjugador de la academia de Team SoloMid y streamer conocido por su habilidad mecánica que en esta jugada exhibe con Yasuo. En ella podemos ver, además de una resolución que firmarían los mejores jugadores del mundo, que al fin el campeón cumple su propósito en League of Legends.
Antes de la pretemporada, el personaje pecaba de depender de dos únicos objetos y el factor aleatorio para acabar con nosotros, sin requerir demasiada habilidad, cuando comenzó parecía prácticamente inútil y ahora tras los ajustes es cuando realmente parece haber alcanzado un punto de equilibrio en el que recompensa las grandes jugadas sin otorgar un poder excesivo.
Vemos como puede conseguir resolver la inferioridad numérica, pero es a costa de una buena utilización de su propio muro, la capacidad de aprovechar el desposicionamiento rival y sacar el máximo el potencial del personaje. No da la impresión de que “lo hubiera conseguido cualquiera” y parece que al fin estamos en ese complejo punto en el que no tiene demasiado poder ni se queda corto. Ahora, lo único que queda por ver es que los próximos cambios no desestabilicen esta situación tan complicada de conseguir en League of Legends.