La vuelta del viejo League of Legends es una de las peticiones más habituales de la comunidad. Los jugadores sueñan con una posible versión clásica del juego que nos retrotraiga a viejas temporadas en las que el título era mucho más simple algo que Riot ha descartado en numerosas ocasiones por diversos motivos, siendo el que más peso tiene el desastroso código que tenía por entonces.
Sin embargo, detrás de esa petición también se esconde una pretendida vuelta a los orígenes. Quizás no hace falta la vieja Grieta del Invocador ni las versiones pasadas de campeones. Más bien, una identidad. Algo que, mucho nos tememos, tampoco regresará después de que el juego haya dado un salto de calidad abismal en los diseños y la espectacularidad de los campeones.
La iluminación nos llegó, en parte, gracias a la jugada que os presentamos hoy. En ella vemos como este jugador es capaz de hacer una pelea más que brillante con Lux. Cada habilidad va a donde debe ir e incluso predice el Destello del oponente para adornarse todavía más. Una forma de solventar la desventaja numérica de lo más creativa y que deja claro que incluso los campeones más antiguos tienen todavía espacio en League of Legends.
Sin embargo, tras ver la jugada detenidamente es fácil darse cuenta de todo lo que le falta. Es cierto que la ejecución es difícilmente mejorable y que no hay nada que reprochar, pero estéticamente se queda a años luz de lo que un jugador habilidoso podría haber conseguido con los campeones lanzados en tiempos más recientes, que brillan por las luces, la espectacularidad y lo plástico de sus jugadas.
League of Legends ha cambiado, en casi todo para mejor, y se ha convertido en un título que se juega y también se disfruta como espectáculo. Este segundo motivo parece la clave que impide que jamás tengamos un renacimiento o veamos más campeones basados en habilidades más discretas, y ni todo el esfuerzo de Riot puede cambiar la situación.