Poco a poco la industria del videojuego está haciendo con un lugar capital dentro del entretenimiento en España. Los jugadores cada vez somos más, los deportes electrónicos suman adeptos a una gran velocidad y el sector emplea a más trabajadores según pasan los años.
Es por ello que el Ministerio de Cultura y Deporte que lidera José Manuel Rodríguez Uribes, intenta promover el sector con ayudas públicas. Tras los últimos trámites siendo dirimidos en las cámaras representativas nacionales, los Presupuestos Generales del Estado 2021 están cerca de ser aprobados. En el proyecto ya estaba presente la nueva línea de ayudas de cara al año que viene en el sector.
Esta línea de ayudas tendrá un valor de un millón de euros, con el que el Ministerio planea atacar el objetivo marcado por él mismo tras reunirse con actores del sector: "establecer una estrategia común que permita el desarrollo de la creación y producción del videojuego en España, con el propósito de situar al sector español en una posición de competitividad, impulsar su densidad, hacer sostenibles las empresas ya creadas y poder atraer capital nacional e internacional."
El sector del videojuego en España facturó unos 1479 millones de euros en 2019 según el último anuario de la Asociación Española de Videojuegos. Esto no deja de ser un número que sin contexto nos suena totalmente irrelevante a muchos, por lo que hay que aportar más datos para ponerlo en valor. La propia AEVI comenta en el informe que los videojuegos logran duplicar en facturación al sector del cine, que se queda en 624.1 millones de euros.
El del cine es un sector con mucha más historia en España y con una capacidad de producción muy importante, más aún si tenemos en cuenta la pujanza de las plataformas digitales. En cuanto al desarrollo nacional de videojuegos, estamos bastante por detrás de otros países europeos, y la recaudación procede en su inmensa mayoría de títulos creados fuera de nuestras fronteras. Basta con ver a FIFA o GTA copar las ventas durante años.
Desde el Ministerio de Cultura y Deporte hablan de "impulsar su densidad, hacer sostenibles las empresas ya creadas y poder atraer capital nacional e internacional", pero los hechos no parecen suficientes incluso para el ojo poco entrenado. Es cierto que las comunidades autónomas también tienen ayudas puntuales para el sector, pero un millón de euros para un sector tan sobrecualificado y competitivo como el del videojuego se antoja escaso.
Si el sector del cine, en el que detrás de las rutilantes estrellas que se ponen delante de las cámaras tiene una importante cantidad de trabajadores en regímenes más discretos económicamente y no pocas productoras con dificultades para sacar adelante sus proyectos, contó con unas ayudas de 109.5 millones de euros según una infografía de Newtral, cómo se puede esperar que el videojuego español sea competitivo con el millón de euros anunciado por el Ministerio, o los 2.5 millones presentados en enero de 2019.
Aunque hay estudios prolíficos como Tequila Works o juegos que logran la atención mundial como Gris o Blasphemous, es poco factible pensar en una desarrolladora española que pueda codearse con los grandes del sector a nivel europeo o mundial. Estamos lejos de mecas del desarrollo actual como Polonia, casa del estudio responsable de la saga The Witcher o el reciente Cyberpunk 2077, CD Projekt RED, pero también con cientos de estudios independientes capaces de lanzar juegos como This War of Mine o Superhot.
Polonia es ahora una capital del videojuego a nivel mundial, gracias a proyectos con decenas de millones de euros en ayudas como GameINN. Cyberpunk 2077 recibió 5.75 millones de euros en 2016, sólo para desarrollar la tecnología de creación de ciudades a gran escala. Un triple A de esta escala desarrollado a nivel nacional y por una empresa creada en el país es prácticamente imposible a corto y medio plazo en vista de las ayudas proporcionadas por el Ministerio de Cultura y Deporte.