Travis Scott es ahora mismo mucho más que un rapero, es todo un influencer. En estos momentos es una de las personalidades que quieren todas las marcas, con colaboraciones con PlayStation 5 o marcas de ropa deportiva. Travis promete todo un proceso creativo: promocionar el producto con el "toque de Travis Scott" que parece funcionar en todo momento y ser parte de la creación de la acción publicitaria.
El ejemplo más ilustrativo de esto es el concierto que diseñó y organizó el pasado mes de abril en Fortnite. Delante de 12,3 millones de espectadores simultáneos, ofreció 9 minutos de espectáculo con un remix de sus grandes éxitos y sobre todo: todo un show de luz y sonido.
Un espectáculo que los jugadores no solo vieron, sino que lo vivieron. Tal es la inmensa fuerza de Fortnite que hace tiempo que se ha liberado de su imagen de Battle Royale para convertirse en algo más grande, ofreciendo, entre otras cosas, experimentar eventos comunitarios excepcionales. Cada película de superhéroes tiene eco en Fortnite, e incluso Star Wars aparece en el juego de Epic Games.
Por este evento, Travis se habría embolsado en torno a 20 millones según Forbes en su último "30 under 30". Una cantidad que incluye tanto la cantidad bruta pagada por Epic, como el porcentaje que recibe el artista por la venta de sus skins. Se trata de una cantidad muy superior a los eventos presenciales, y esto no es muy sorprendente: ¿Qué concierto físico puede acomodar a 12 millones de personas, alcanzar este nivel de espectáculo visual y aprovechar la efervescencia que se genera para proponer asumir la apariencia del artista por solo 15 dólares?
Obviamente, la skins se vendió fenomenalmente bien, Epic rompió un nuevo récord y Travis fue a buscar otro desafío. El show puede ser revisado en Youtube, donde ha registrado 114 millones de visitas en el momento en el que se escriben estas líneas.