Desde el lanzamiento de la pretemporada de League of Legends ha habido un sinfín de críticas a Riot Games por la gestión del equilibrio del juego. La desarrolladora ha cometido errores importantes con los nuevos objetos y no han sido pocos los campeones que se le han ido de las manos. Tenemos ejemplos claros como Amumu o Viktor y lo cierto es que la comunidad ya empieza a estar algo desesperada con el estado actual del título.
Uno de los aspectos que muchas veces no tenemos en cuenta es que en un sistema tan complejo como el de League of Legends con decenas de miles de variables es que bastan un par de errores para tirarlo todo por tierra. Es lo que está pasando esta pretemporada, que no tiene tantos problemas como parece, si no que los que hay son demasiado notorios y generan un efecto dominó que no parece acabarse nunca.
Encontrar la raíz del problema es una responsabilidad única de Riot Games. Sin embargo, como jugadores casi todos tenemos nuestras propias teorías sobre cómo deberían solucionarlo o cuáles son los cambios necesarios. El problema principal es que parece que la desarrolladora se olvida de sus propios éxitos y vuelve a comenzar el proceso de equilibrio sin aprender de los caminos que ha seguido para llegar hasta aquí.
Una de las luchas que mejor le acabó saliendo es la de Akali. La campeona recibió un rework y atormentó durante meses a los jugadores de League of Legends. Dominaba la escena competitiva y hacía lo propio con las partidas clasificatorias. Desde su relanzamiento ha aparecido unas 25 veces en las notas del parche hasta la fecha actual. Pese a todo, se mantiene en una tasa de juego aceptable, es bastante baneada y no supera el 50% de porcentaje de victorias si tenemos en cuenta a los jugadores de platino o más.
Lo que hace interesante el caso de Akali es que es indiscutiblemente una de las campeonas más divertidas de todo League of Legends. Es cierto que su invisibilidad sigue causando cierta frustración y que Riot se pasó con el equilibrio de fortalezas y debilidades. Sin embargo, es capaz de ser uno de los personajes más atractivos de todo el juego sin necesidad de romper las partidas y contradice la teoría del 1+1 de algunos trabajadores de la desarrolladora que relacionan que un campeón esté OP con la capacidad de los jugadores de divertirse.
Eso sí, Akali no es un campeón perfecto ni mucho menos, y hay otro aspecto en el que la desarrolladora debe tomar nota. Por mucho que nos lo pasemos como chiquillos cuando la jugamos, es prácticamente insufrible si nos toca lidiar contra ella. Es precisamente la mencionada invisibilidad la que la convierte en un personaje demasiado frustrante y seguro para todo lo que puede aportar. La única duda es si el problema es ella o el hecho de que no todos los personajes tengan mecánicas tan poderosas.
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