Counter Strike: Global Offensive sigue siendo uno de los juegos más importantes del planeta, gracias a unos números realmente impresionantes de jugadores y a su vigencia como deporte electrónico tras tantos años de vida. Sin embargo, hay un problema que poco a poco se va enquistando tanto en la comunidad como dentro del desarrollo interno del videojuego: su paso desde el motor gráfico Source a Source 2.
Como todos sabéis, CSGO salió en agosto de 2012. En ese momento se buscaba subir de nivel la experiencia Counter Strike a nivel gráfico, y centrar todos los esfuerzos en un título de Valve novedoso, pero fiel a lo que hizo grande al Counter, el gran juego de ciber y la revolución de los shooters competitivos de PC. Pero parece que este nuevo salto, ocho años después de su salida, tendrá que seguir esperando; al menos si hacemos caso a Richad Geldreich, quien trabajó como desarrollador de Source 2 en Valve.
Este antiguo desarrollador de Source 2 comenta que el motor de Valve es simplemente "un copia y pega de ideas de otros motores". Valora su experiencia como una pérdida total de tiempo y energía, así como afirma que varios insiders acosaron hasta encontrar "su camino repleto de bonuses y acciones".
En otro mensaje, apunta al crecimiento de las ventas de la Valve distribuidora digital como el hecho diferencial que haya hecho perder prioridad en el desarrollo de este motor tan esperado en los juegos de esta empresa.
En otro mensaje explica esto más detenidamente: "Source 2 ha estado con demasiados problemas durante muchos años. Tras más de una década, puedo decir esto: este equipo era irrremediablemente y sistemáticamente tóxico. Muchos desarrolladores se negaban a trabajar en él después de conocerlos. Este fue el equipo de desarrolladores más tóxico que nunca he visto".
"No estoy diciendo esto a la ligera. Muchos de los desarrolladores con los que he trabajado en varios proyectos se han negado a trabajar en ese proyecto otra vez. Así no es como se construye un motor next-gen", sentencia en el último de sus mensajes.