Que League of Legends haya cumplido diez años con la perspectiva de acumular otra década a sus espaldas es casi un milagro. Son muchas las situaciones que han acabado trayendo hasta aquí a una desarrolladora que comenzó como un grupo independiente y de escasa experiencia. Sin embargo, las vicisitudes del camino no solo han sido afortunadas, si no que demuestran gran capacidad de adaptación y un proceso de aprendizaje a pasos agigantados.
Uno de los aspectos en los que más diferencias podemos encontrar entre la Riot Games del pasado y la actual es en el equilibrio del juego. Aunque siguen existiendo quejas, la desarrolladora ahora tiene muy claro cuándo y cómo actuar con los campeones y suele tomar decisiones bien fundamentadas con respecto a qué hacer. Algo de agradecer teniendo en cuenta que en otros tiempos observábamos tendencias algo erráticas que no parecían ir a ningún lado.
Con Wild Rift al caer, había una pregunta legítima sobre qué faceta de Riot era la que íbamos a encontrarnos en el juego de móvil. Sin embargo, la desarrolladora se ha adelantado a las dudas de los jugadores saliendo al paso en un blog de desarrollo en el que confirma que tomarán las decisiones de forma prácticamente idéntica a como lo hacen en la versión de League of Legends en PC.
Para ello, la compañía se valdrá de todas las estadísticas que tiene a su disposición sobre las tasas de victorias, selección y bloqueo de los diferentes campeones en los grupos de habilidad. Sobre estos últimos no ha dado todavía detalles, pero de hacer los mismos cortes en Wild Rift y League of Legends podemos esperar que se dividan en varias secciones en función al ELO en partidas clasificatorias con un grupo extra para el competitivo.
Además, desde Riot Games han querido precisar un poco más y dejan claro que los cambios también se ajustarán a estos grupos. Poniendo el ejemplo con Ahri, han dicho que si tuviera un mal ratio de victorias en grupos de habilidad más bajos podrían aumentar la regeneración de maná. Todo bajo la premisa de que los buenos jugadores saben gestionarlo y para ellos sería irrelevante, marcando la diferencia para quienes no han masterizado esta mecánica.
La única preocupación de la desarrolladora es la falta de datos. En el caso de Wild Rift, todavía no cuentan con unas estadísticas tan abrumadoras como en League of Legends. Esta limitación hará que durante la primera época de vida del juego sean algo más conservadores y reacios a tomar decisiones demasiado arriesgadas.