Ayer fue uno de los días clave para la nueva generación de consolas. Microsoft lanzó al mercado sus Series X y Series S, dos máquinas distintas desde el punto de vista técnico, pero con similitudes como la posibilidad de aprovechar el gran servicio que es Game Pass o usar la retrocompatibilidad con toda la familia Xbox. Sin embargo, parece que habría un problema en las primeras unidades que nos hace recordar a las temidas luces rojas.
Es natural que la primera remesa de una consola cuente con algunas unidades defectuosas, ya que el proceso de construcción y su circuitaje interno no deja de mejorar a lo largo de sus años de generación. Todos recordamos problemas recientes como el desgaste de los analógicos de PS4 durante las primeras versiones del Dualshock 4, o el drifting de los JoyCons de Switch. Pero en pocas ocasiones hemos visto a una consola sacar humo de esta manera.
Microsoft había presentado la forma de paralelepípedo de Xbox como una revolución a nivel de refrigeración. Con un diseño tan simple, el aire caliente siempre subiría y se iría de la consola de una forma más fácil. Sin embargo, lo que supuestamente vemos en estos vídeos es una Xbox Series X emitiendo una cantidad respetable de humo blanco que podría hacernos pensar en la fuente de alimentación de la consola.
En estos momentos tenemos estos dos vídeos y algún usuario más declarando un problema similar, pero la sospecha del montaje está sobre la mesa a la espera de comprobar si se trata de un problema real, y después, del alcance del mismo.
La sombra del fake está ahí, y más cuando bastaría con introducir el humo por la parte inferior para que saliera por arriba de esta forma, pero dado que estamos en un inicio de generación, hay que estar vigilante ante posibles unidades defectuosas en las primeras remesas. De tratarse de un problema real y reproducible, seguramente se cambiarán las unidades dañadas sin ningún tipo de problema. Estaremos atentos a posibles comunicaciones de Microsoft.