La crisis en T1 se acentúa conforme pasan las jornadas. Los fans de Faker y su equipo están en guerra abierta contra la directiva del club, a la que acusan de tomar decisiones erráticas y solo en favor del beneficio económico en lugar de pensar en el rendimiento deportivo. Una situación que parece confirmarse después de varios movimientos extraños por parte de Joe Marsh, CEO del club que aspira a convertirlo en una marca global y ganar aficionados fuera de Corea del Sur.
En el escalado de las medidas que están tomando los aficionados para tratar de parar lo que consideran un atropello ha habido un nuevo capítulo desagradable: el posible envío de dos coronas funerarias a las oficinas que hacen de “cuartel general” del equipo con un mensaje de lo más claro: La primera dice “Descanse en paz SKT T1, club de esports (2012 - 2019)", mientras que la segunda continúa el mensaje “Ahora solo queda T1, la agencia de seudoentretenimiento”.
Lo cierto es que desde que Joe Marsh se hizo con los mandos del club los resultados no han acompañado. Los aficionados del equipo tienen claras las causas y, según indican en redes sociales, se debe a las mayores exigencias publicitarias a los jugadores. De hecho, también apuntan a que estas serían los motivos de las salidas de Kim, Clid y Khan; ya que ninguno de los tres estaría contento con las exigencias fuera de la Grieta del Invocador.
No sería la primera vez que vemos a los aficionados hacer algo similar. Es normal que el caso de Peanut se nos venga a la cabeza. Sin embargo, en aquella ocasión se trataba de una amenaza personal y directa. En esta ocasión habría que leer entre líneas, pero aunque no sea plato de buen gusto no se puede acusar a los aficionados coreanos de hacer nada que no sea lamentar de forma bastante explícita el cambio de rumbo en un equipo en el que ya no acaban de verse representados.
Fuente
La filtración del fichaje de LS como técnico de T1 ha generado rechazo en la comunidad. Sin embargo, solo es la gota que colma el vaso después de un año de gestión al estilo de Norteamérica. La afición defiende a Faker, pero carga contra la directiva del club.
