Ya podemos decir oficialmente que la nueva generación está aquí. Tras muchos años de espera, tenemos con nosotros a los sistemas que nos harán disfrutar y pasar buenos ratos durante los próximos años. Un salto que ya tocaba después de 7 años y que llega cargado de novedades, cambios de tendencia y visiones de futuro.
El próximo 10 de noviembre llegará Xbox Series X a las tiendas, y lo hará acompañada de Xbox Series S. Microsoft ha sido valiente y, en su empeño de hacer crecer considerablemente su base de jugadores, ha decidido lanzar una jugada tan arriesgada como valiente, con la que pretenden que los usuarios que tienen cierto recelo por el precio de los nuevos sistemas en su lanzamiento, no tengan excusa.
Después de varios días con la consola en nuestro poder, os podemos decir que Xbox Series S es un auténtico sistema de nueva generación, con el que apreciaremos considerablemente el salto técnico que esperamos. Sus prestaciones y su precioso diseño son sus principales armas para conquistar al público que va dirigido.
Vamos a analizar a fondo y con detalle todo lo referente a la modesta pero potente consola de Microsoft. Pero, ya os adelantamos que, si queréis una consola para disfrutar de una forma más puntual o solamente para disfrutar de determinados juegos, y no os pesan los anillos con el apartado técnico o no tenéis una televisión 4K, no hay duda: Xbox Series S es vuestra consola.
Un poco de historia
Antes de entrar en detalle, vamos a hacer un repaso a la que, de momento, es la corta historia de Xbox Series S. Es la primera consola 'económica' que una empresa se atreve a comercializar junto al lanzamiento de una nueva generación. Estamos acostumbrados a remodelaciones con algunas mejoras técnicas y, sobre todo, a versiones más pequeñas. Pero nunca se había dejado la posibilidad de escoger desde el primer día, y Microsoft han sido los primeros en dar este paso.
Por eso, durante todo el verano sonaron varios rumores al respecto, que se mezclaban entre la expectación y la incredulidad. Se mencionaba el nombre en clave Lockhart. Pronto comenzaron a llegar imágenes de periféricos oficiales de Microsoft en los que se mencionaba la compatibilidad con Xbox Series S y, en septiembre, a la empresa de Redmond se le "filtraron", no sabemos si intencionadamente o no, los primeros detalles de la máquina, por lo que optaron por seguir hacia delante y oficializar el proyecto "una semana antes de lo previsto", según dijo Phil Spencer, jefe de la división Xbox.
El nombre en clave de Lockhart, por cierto, proviene de una ciudad de Estados Unidos con el mismo nombre, tal y como dijo Aaron Greenberg. Un sitio al que se le conoce como "La pequeña ciudad con el gran corazón", una acepción que encaja perfectamente con Xbox Series S.
Especificaciones de la consola y comparativa con Xbox Series X
Aunque seguramente ya las tengáis controladas, vamos a hacer un breve repaso a las especificaciones de Xbox Series S, una consola de nueva generación más que competente, aunque tenga algunas diferencias significativas con respecto a su hermana mayor Xbox Series X.
Obviamente, es una máquina inferior técnicamente a Xbox Series X, pero las diferencias sobre el terreno no tienen por qué ser determinantes.
Xbox Series S tiene 4 teraflops, un número que contrasta con los 12 que tiene Xbox Series X. Aun así, su rendimiento es considerablemente rápido y eso lo hemos notado en los menús y en las cargas de los juegos, como detallaremos más adelante.
Las otras diferencias principales, residen en que esta versión más modesta no alcanza la resolución 4K en los juegos de nueva generación, quedándose en unos óptimos 1440p que puede ser más que suficientes en una televisión que no tenga características 4K. En cambio, en juegos como Gears 5, es capaz de funcionar a 120 FPS -en el multijugador- y soporta la rimbombante tecnología Ray-Tracing de la que tanto hemos escuchado hablar, y también sacar partido del Auto-HDR.
Otras diferencias significativas vienen de la ausencia del lector, por lo que solamente accederemos al catálogo digital de la consola, pudiendo beneficiarnos del servicio de suscripción Xbox Game Pass con el que accedemos al instante a un amplio catálogo de juegos. Esto supone un problema si tenéis juegos de Xbox One en formato físico y queréis jugarlos en la nueva generación, aprovechando sus mejoras.
Por último, Xbox Series S tan solo tiene 512 GB de disco duro. Una cifra que, teniendo en cuenta que hablamos de un modelo exclusivamente digital, se antoja escaso, especialmente después de haber comprobado que tan solo quedan libres 364 GB para utilizar juegos.
Más adelante profundizamos en estos aspectos, ya que es un aspecto importante incidir en ellos en la relación calidad/precio del producto.
Presentación y diseño de Xbox Series S
Abrir una consola nueva es una indescriptible sensación de alegría e ilusión. Y os aseguramos que con Xbox Series S pasa exactamente eso. Es cierto que el empaquetado es menos 'deluxe' que el de Series X, pero Microsoft demuestra el mimo que le pone a la presentación, con el mensaje "Power Your Dreams" rodeando en el resplandeciente e icónico verde de la familia Xbox a la consola.
Nada más abrir la caja, como veis, nos encontramos la consola con el mensaje descrito. Además de un par de compartimentos. En uno se esconde el cable de alimentación -sin transformadores inmensos- y el HDMI y, en el otro, el mando blanco y un par de pilas. El controlador, por cierto, tiene ahora un nuevo botón en su parte central para realizar capturas de pantalla o clips de una forma mucho más fácil e intuitiva que antes.
Ya con la consola una vez fuera de la caja, Xbox Series S es extremadamente bonita. Su color blanco mate resalta su belleza. Además de ganar en persona, no deja de llamar la atención sus reducidas dimensiones: 27,5 cm de largo, 6,5 cm de grosor y 15,1 cm de fondo. Con su moderno diseño y bonito, se adapta y mejora el acabado decorativo de cualquier mueble. Lo único que 'rompe' su pureza blanca es el ventilador, de color negro, situado en la parte superior de la máquina. Puede que sea su único 'pero' a nivel de diseño.
En cuanto a conexiones, en el frontal tiene un puerto USB y el botón de infrarrojos para conectar mandos o cualquier otro dispositivo compatible. En la parte trasera, encontramos otros dos USB adicionales, la salida HDMI, la conexión de red y una ranura para el almacenamiento ampliable, que puede ser muy necesario.
Xbox Series S en funcionamiento
Llega el momento importante, conectar Xbox Series S a la red y empezar a disfrutarla. Primero, lógicamente, hay que iniciar el proceso de configuración que se puede hacer fácilmente introduciendo un código desde la app del móvil. De esta forma, la consola importará nuestros datos si ya tenemos de anteriores Xbox, por lo que todo es muy natural e intuitivo.
Lo mismo ocurre al llegar a los menús. No veréis cambios, ya que es exactamente el mismo que tenía Xbox One en su última actualización, con un rediseño pensado especialmente para la llegada de la gama Xbox Series. Un medio bastante intuitivo con el que probablemente ya estéis familiarizados
La consola tiene varias funciones reseñables, que hemos probado y que funcionan bastante bien. Van más allá de la rapidez de respuesta que tiene, aunque hemos tratado de exprimirla al máximo.
Una de las primeras cosas que hemos hecho ha sido activar el Quick Resume, con el que Xbox Series S es capaz de ejecutar varios juegos a la vez, pudiendo alternar de uno a otro de forma prácticamente instantánea sin detener la partida. No sabemos, honestamente, si lo utilizaremos demasiado, pero hemos sido capaces de abrir varios títulos a la vez y transitar rápidamente de unos a otros. En algún momento se nos han quedado pantallazos en negro, con 4 o 5 abiertos. Pero también hay que decir que Microsoft nos ha avisado de que algunos títulos requieren de una actualización para que el Quick Resume se ejecute bien; con los que sí son aptos, es una fantasía.
Con los juegos que hemos probado, las mejoras se aprecian especialmente en la faceta técnica más que visual. Los nuevos cambios de Gears 5 para la gama Xbox Series se aprecian especialmente en la iluminación y en el texturizado más que en la resolución, que, eso sí, nos permite ver a 4K algunos juegos de Xbox One. El salto tendremos que verlo mejor con los juegos desarrollados específicamente con Xbox Series en la mira. De momento, ya hay algunas diferencias entre Series X y S en juegos como Devil May Cry V Special Edition.
En el proceso de análisis de Xbox Series S hemos podido comprobar de primera mano el avance en lo referente a los tiempos de carga, donde la consola más modesta se aprovecha de compartir bastante infraestructura con Series X. Durante estos días hemos comenzado a trabajar en el análisis de un videojuego intergeneracional, y comenzamos nuestra partida en Xbox One para continuar en Xbox Series S cuando recibimos el sistema.
Hay dos cosas a destacar. La primera es la transición del juego gracias a Smart Delivery. Es verdaderamente rápida y prácticamente instantánea. Solamente arrancando el juego, el propio sistema ya nos detectó la partida que llevábamos en Xbox One y la traspasó instantáneamente a Series S, donde apreciamos ya un salto cualitativo a nivel visual, tanto en detalle como en la iluminación.
También es importante la considerable reducción de los tiempos de carga. En el mismo juego. Cronometramos lo que tardaba en arrancar desde que le damos a 'Continuar Partida' y en Xbox One sobrepasaba el minuto, mientras que la respuesta en Xbox Series S se reduce drásticamente, oscilando entre apenas 10 o 15 segundos. Una auténtica bendición.
Por cierto, que no se nos olvide. La consola sabemos que está ahí porque la vemos, pero no hace absolutamente nada de ruido. Ni nos damos cuenta de que está a pleno rendimiento, y eso es una auténtica bendición. Tampoco se calienta prácticamente nada, algo meritorio teniendo en cuenta su pequeño tamaño.
El gran 'pero' de Xbox Series S
Como ya hemos adelantado, puede que el mayor problema de Xbox Series S sea su espacio de almacenamiento. Entre lo mucho que ocupan ahora los juegos y los 364 GB que únicamente se pueden destinar a la instalación, el espacio se queda reducido a la posibilidad de instalar apenas 5 o 6 juegos, algo que posiblemente incomode a muchos jugadores.
Instalando Gears 5, Doom Eternal, Marvel's Avengers y Halo: The Master Chief Collection hemos llenado prácticamente el 70% de la memoria de la consola. Sin olvidar que hay juegos como el próximo Call of Duty, que ocupa 165 GB, prácticamente la mitad de espacio disponible que tenemos en Xbox Series S.
Es cierto que es posible adquirir una tarjeta de memoria para ampliar la capacidad, pero su precio es prácticamente igual al de la propia Xbox Series S. Es el mayor problema de la consola. Aunque si habitualmente no jugáis a numerosos títulos y os centráis en disfrutar casualmente de propuestas como FIFA, Fortnite o el propio Call of Duty y no jugáis a otra cosa, entonces tenéis de sobra.
Relación calidad/precio y veredicto final
Xbox Series S es un acierto comercial, de eso no hay duda. Microsoft apuesta por intentar atraer al público menos habitual del mundo de los videojuegos, aquellos que se toman este entretenimiento como algo eventual. Al mismo tiempo que les da herramientas para profundizar en servicios diferenciales de la familia Xbox, como Game Pass o la retrocompatibilidad.
Teniendo el 'target' claro, ya entra en cada usuario el saber qué uso le va a dar a la máquina. Son muchos los casos de personas que adquieren una consola y solo la sacan partido esporádicamente. Es lógico que este tipo de usuarios quieran gastarse el menor dinero posible. Xbox Series S es una opción de nueva generación con todas las letras, a un precio de risa: 299 euros.
Su relación calidad/precio es fantástica, y solo la falta de espacio de almacenamiento puede suponer un quebradero de cabeza si queréis tener varios juegos instalados. Si no tenéis "Diógenes virtual", puede que no os resulte inconveniente tener el espacio para 4 o 5 juegos, los que juguéis más habitualmente. Además, en caso de apuro, las descargas son rapidísimas gracias a su ancho de banda.
Xbox Series S llega al mercado para tratar de imponer un estilo y acercar la marca Xbox tanto al público que era más reticente, como a quienes no quieran hacer una inversión demasiado elevada para un uso ocasional. También es una opción excelente si os queréis llevar la consola a cualquier lugar, gracias a su pequeño tamaño y a su precioso diseño.
La ficha básica de Xbox Series S
Fecha de lanzamiento: 10/11/2020
Precio: 299.99€
Espacio libre en el disco duro: 364 GB
Funcionalidades principales: Quick Resume, Smart Delivery, auto-HDR
Servicios: Game Pass, Game Pass Ultimate, Xbox Live Gold
Retrocompatibilidad: Xbox, Xbox 360, Xbox One (lista de juegos retrocompatibles)